La presidenta Claudia Sheinbaum reconoció públicamente que Estados Unidos presentó una lista de 50 barreras comerciales en revisión por parte de Estados Unidos. Y aunque dijo que no necesariamente se trata de violaciones al T-MEC, sino de obstáculos que el gobierno de Donald Trump clasifica como tales, la asignatura pendiente es grande y significa la antesala de la renegociación del TMEC.
Para atenderlos, la mandataria instruyó al secretario de Economía, Marcelo Ebrard, a coordinar una mesa alterna de negociación. En Palacio Nacional, Sheinbaum explicó que se están revisando “punto por punto”. Hay algunas medidas que México no acepta como barreras y otras que podrían ajustarse.
El problema es que el reconocimiento llegó en un mal momento. En marzo, la Oficina del Representante Comercial de Estados Unidos (USTR) publicó el Informe Nacional de Estimaciones sobre Barreras al Comercio Exterior 2025. El documento identifica los principales obstáculos que afectan las exportaciones e inversiones estadounidenses y será la carta de cabecera de Trump para exigir concesiones, bajo la amenaza de una nueva ola de aranceles globales… y la renovación del TMEC.
Las 14 barreras tocan nervios sensibles de la política económica de Morena. Estados Unidos acusa interpretaciones diferenciadas de las regulaciones, límites arbitrarios al número de puertos donde pueden operar agentes aduanales, retrasos de 18 a 24 meses en registros sanitarios para medicamentos y la negativa a otorgar permisos de importación para productos con glifosato, prohibido por López Obrador. En el sector agrícola señala la tardanza en registros de pesticidas y químicos, así como la aplicación de criterios “no científicos” a productos de biotecnología alimentaria.
En telecomunicaciones, la USTR señala que el debilitado IFT impone barreras a la venta de tecnología avanzada. En propiedad intelectual, advierte que los niveles de piratería siguen siendo de los más altos de la región. Y en servicios financieros, critica la decisión del SAT de exigir a aseguradoras el pago retroactivo de IVA, una medida que genera incertidumbre y desincentiva inversiones.
El informe también apunta contra pilares de la llamada “soberanía económica”, es decir la eliminación de órganos autónomos y los cambios constitucionales para blindar a Pemex y a la CFE frente a la competencia privada, además de la reforma minera que devuelve mayor control al Estado y los sectores de infraestructura cerrados a la inversión extranjera.
En paralelo a las críticas, el canciller Juan Ramón de la Fuente ha intentado matizar el discurso ante Estados Unidos. En cada encuentro insiste en que México coopera bajo principios de soberanía, reciprocidad y responsabilidad compartida, recordando que no todas las medidas de la 4T son obstáculos, sino decisiones legítimas de política pública. Marcelo Ebrard, por su parte, encabeza la mesa técnica que revisa una a una las 50 barreras reclamadas. El excanciller sabe que de esos ajustes depende el clima de inversión y la continuidad del T-MEC, pero también su propio capital político dentro del gabinete de Sheinbaum.
El telón de fondo no es menor. México cerró 2024 con un déficit comercial de 172 mil millones de dólares frente a Estados Unidos, el más alto en la historia bilateral, para el cual Ebrard ya puso una serie de medidas sobre la mesa. Un desequilibrio que Trump ha usado para reforzar su narrativa de que México se beneficia desproporcionadamente del TMEC. A eso se suman presiones en migración y seguridad. El gobierno de Trump decidió unir todos estos frentes en un solo paquete: comercio, drogas y frontera como parte de la misma ecuación.
Por eso la visita de Marco Rubio a la Ciudad de México no puede considerarse una cortesía diplomática, sino una especie de ultimátum. Rubio transmitió la exigencia directa de Trump: frenar los aranceles a cambio de resultados inmediatos en el combate al fentanilo y la seguridad. Y pese a que elogió a Sheinbaum con la frase de que “no hay ningún gobierno que coopere más con nosotros”, el mensaje real fue que las próximas semanas o meses se medirán en cifras: extradiciones, decomisos y avances verificables.
La Casa Blanca fijó un plazo de 90 días para que México muestre avances concretos antes de que entren en vigor los aranceles. Pero la presión externa se empata con la agenda interna. En el Congreso mexicano se avecinan debates sobre la reforma judicial, la reforma aduanera y posibles ajustes fiscales. La llave la tienen Trump, Rubio y su gabinete económico y de seguridad. La pregunta es si Sheinbaum buscará un acuerdo pragmático con la ayuda de Ebrard, De la Fuente y Omar García Harfuch, o si defenderá a contracorriente a la 4T y a su fundador López Obrador.
Posdata 1
Por cierto que la revisión del TMEC en enero fue catalogada como “compleja”. El secretario de Economía, Marcelo Ebrard, reconoce los temas sensibles, como energía, reglas de origen automotrices, subsidios verdes, los cuales volverán a estar sobre la mesa, justo cuando la relación con Estados Unidos se mueve entre halagos y presiones.
Se asegura que México llega mejor posicionado que en 2020, pues es el mayor comprador de productos estadounidenses, incluso por encima de China, Japón y Alemania. Ebrard presume que ese es el argumento más sólido para evitar que el país que gobierna Trump se incline por medidas proteccionistas.
El optimismo de Ebrard contrasta con la realidad política, pues Trump y su equipo ven la revisión como un mero instrumento de negociación. La relación con EU es “efectiva y compleja”, admite Ebrard, un eufemismo que en la práctica significa aceptar visitas incómodas, como la de Marco Rubio, y promesas de nuevas rondas de presión.
La carta de Sheinbaum es el llamado Plan México. La inversión en energía, infraestructura y cadenas productivas buscan blindar al país de los vaivenes externos. Ya se verá si esto alcanza. En enero no solo se discutirá el futuro del tratado, sino la capacidad real del gobierno de Sheinbaum para sostener el discurso de soberanía en un contexto donde manda la economía y el comercio.
Posdata 2
La visita de Marco Rubio ya empezó a dejar efectos colaterales. Larry Rubin, presidente de la American Society of Mexico, dijo que la presidenta Claudia Sheinbaum se comprometió a eliminar barreras no arancelarias al comercio. Un acuerdo no confirmado oficialmente, pero que encaja con el guion que marcó el propio Rubio, de liberar obstáculos regulatorios a cambio de mantener a raya la amenaza de aranceles.
Rubin lo calificó como un “gran logro” y aseguró que esta decisión permitirá que sectores completos —desde dispositivos médicos y farmacéuticos hasta automotriz, agroindustrial y de salud— encuentren en México un entorno más ágil y competitivo. Dicho en otros términos, se trata de una concesión significativa, porque toca fibras de la política regulatoria de la 4T y abre espacios que antes estaban bloqueados por criterios burocráticos o ideológicos.
El trasfondo es el mismo que viene advirtiendo la USTR desde hace meses. El reporte de marzo acusó que todos los países mantienen barreras no arancelarias, pero en México las más sensibles se ubican en tres frentes: propiedad intelectual, con la piratería como lastre; energía, donde la supremacía de Pemex y CFE cierra la puerta a la competencia; y bioseguridad, con regulaciones agrícolas que EU considera carentes de sustento científico. La referencia al maíz transgénico de 2023 sigue siendo un ejemplo recurrente de cómo decisiones políticas pueden convertirse en disputas comerciales.
Posdata 3
Banorte acaba de confirmar lo que ya se sospechaba: que Bineo, su banco digital desde enero de 2024 con más de 150 millones de dólares invertidos, no funcionó. Lo entregó entero —licencia incluida— a Klar, una fintech que ahora consigue lo que su intento propio no logró: abrir operaciones bancarias sin tomar tanto tiempo.
Lo que parece un movimiento táctico es, en realidad, una confesión de fracaso estratégico. Bineo representaba el futuro bancario de Banorte, una plataforma independiente con aspiraciones millonarias de usuarios. Pero tras crecer tímidamente y acumular pérdidas, con activos que apenas representan el 0.02 % del sistema financiero nacional, el banco eligió recortar pérdidas y abrochar su estrategia digital en una sola carretera.
@MarioMal