No hay plazo que no se cumpla ni deuda que no se pague…este sería un buen dicho para el “tío”, pero el cinismo es tanto y tan grande que no le alcanza para siquiera aceptarlo. En lugar de eso, enseguida salió a decir que los ministros son “ilegítimos” y que tienen “sesgo ideológico”, además de aventarse la puntada de decir que hay acoso en su contra…el bully siendo bulleado, según él. Incluso se atrevió a decir que el máximo tribunal del país asestó un “golpe fulminante a la justicia y al Estado de Derecho”, pues no le permitió “garantía alguna ni defensa real”. Esto, después de entre 12 y 17 años de litigios. El tío y su visión distorsionada.

El día de ayer, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) determinó que Ricardo Salinas Pliego deberá saldar sus deudas con Hacienda y pagar casi 50 mil millones de pesos a las arcas públicas. La decisión en la SCJN fue unánime, no solo debe pagar 35 mil 873 millones de pesos distribuidos en siete asuntos, sino que también debe sumarse los recargos por los retrasos en el pago, que en algunos casos es de hasta 17 años.

Está resolución, que pone en claro que nadie, ni personas con dinero o poderosas están encima de la ley, queda por fin resuelto un litigio que este pseudo empresario había alargado mañosamente con tal de no pagarle al erario. Inició esta “defensa” desde el gobierno de Peña Nieto, pasando por el del presidente López Obrador, en donde ya aseguraba que no iba a pagar ni un “rábano“, y resguardándose en que “siempre” habría querido pagar, pero lo justo y lo correcto, esto último a consideración suya, claro está.

Lo cierto es que, a través de la resolución de la SCJN, queda claro que el Estado de Derecho y las leyes quedan resguardadas frente a la mañosería de personajes que estaban acostumbrados a los privilegios, a que el dinero podía comprarles lo que ellos quisieran. Nadie puede ni debe estar encima de la ley, y personajes como Salinas Pliego lo deberán entender. La aplicación de la ley, eso fue lo que pasó ayer en la sala de la SCJN. No importa que diga ni con quien vaya este personaje, no hay una instancia superior en el país que cambie lo que ya se determinó.

Sin embargo, es sorprendente lo que hace la gente con tal de no pagar impuestos, y aquí está el “tío” de nuevo. Se le ve a través de sus redes sociales manejando su yate y diciendo cosas tan básicas como que si virar a la izquierda y luego a la ultraderecha, como él lo haría, pues ese es el camino, pues ahí se encuentra la defensa de la propiedad privada y la libertad…¿así o más simple? Entre “comerciales” tan irrelevantes hasta el lanzamiento de su “campaña” a la presidencia, que no es otra cosa que desviar la atención de sus deudas.

Por un lado, imita en palabras y gestos a Milei; por otro, se toma fotos con Bukele y a los dos alaba y pone de ejemplos. Festeja su cumpleaños y anuncia su intención de competir para la presidencia en el 2030. Se la pasa peleando e insultando, a través de su empleada, la senador

Téllez hace escándalos y ese es el show de nunca acabar para un personaje que lo único que debe hacer es pagar sus impuestos y justamente es lo único que no hace.

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