Hace treinta años descubrimos un antro en Nueva York muy especial. Estaba en la sexta avenida en lo que fue un templo episcopal construido en 1845, Lime Light. Ahí se inició Madonna, Beastie Boys entre muchos cantantes y grupos más. Era impresionante. Abarrotado de chavos, muchos o casi todos muy pasados.

Fue un shock oportuno, venía de participar en Washington en un debate con Luis Rubio, organizado por Televisa para el programa Contrapunto de Leonardo Kourchenko, además después de una larga conversa con Miguel Eduardo Valle, El Búho, en Alexandria, Virginia.

México, nuestro rancho grande había salido del trepidante 1994, levantamiento del EZLN, asesinato de Colosio y Ruiz Massieu, crisis económica brutal, todo ello combinado gestó la Transición Democrática, para muchos una réplica de la española. Nunca nos imaginamos que, en lugar de ir rumbo a la España posfranquista, podríamos estar, 30 años después, en una ruta rumbo a la Argentina de Javier Gerardo Milei.

La partidocracia mexicana, con todo y sus rasgos de casta, abrió un proceso tibio, muy tedioso y largo para ir sustituyendo al partido prácticamente único, por un sistema más o menos diverso, siempre resguardando su monopolio. Nada de registros abiertos al estilo de casi toda Europa. Candados y más candados para garantizar el estilo de casta.

A pesar de todo, en las elecciones del lejanísimo 2000, se produjo la alternancia, el PRI salió de Los Pinos, sin que se cumpliera el maleficio de Fidel Velázquez: “A tiros llegamos, sólo a tiros nos sacan”

La izquierda de la Revolución Mexicana nunca entendió el fenómeno de esa alternancia, levantó su Santa Inquisición condenando a los que optamos por Fox, basados en la plataforma que ellos mismos hicieron en largas reuniones en la calle de Esopo, firmada por el PAN y el PRD, que no se tradujo en una candidatura común, no por “desacuerdos programáticos” , dado que la redactaron los jefes de las camarillas partididistas, alguno de ellos hoy encargado de “abolirlas”; no hubo candidato común simplemente porque Cuauhtémoc Cárdenas se negó a que surgiera de una encuesta abierta.

Tras el triunfo de Fox, el PRD, por instrucciones de Cuauhtémoc Cárdenas se negó a aceptar las dos secretarías que les ofreció Fox para hacer un gobierno de coalición.

Después de Fox, llegó Calderón pateó el avispero con su guerra contra el narco y seguimos en ella, con 200 mil muertos en el sexenio de AMLO bajo su “estrategia” abrazos no balazos.

El talento del Peje, sus marrullerías, sus acuerdos con el PRI, los militares, los narcos y sometimiento a Trump, obtuvieron un triunfo contundente con Claudia Sheinbaum.

AMLO, todo el muégano de la Cuarta Transformación y Claudia Sheinbaum, se agandallaron y se otorgaron 20% más de diputados de los obtenidos en las elecciones, un fraude mayor al de 1988 de Salinas contra Cuauhtémoc.

Mediante ese fraude monumental, se adueñaron del Poder Legislativo, se tragaron al Poder Judicial y eliminaron a casi todos los organismos autónomos, Claudia Sheinbaum es la primera presidenta imperial.

Si se cae el segundo piso de la 4T, como la Línea 12 del Metro, el puente de la Concordia y otros tantos “incidentes”, no habrá otra opción que el viraje extremo a la ultraderecha, que por ahora encabeza pública y decididamente Ricardo Salinas Pliego , el Tío Richi, el mismo que fue protegido de AMLO, mediante la concesión de la cartera del manejo de las cuentas billonarias de los programas sociales, las remesas y la concesión de algunas posiciones como él de la senadora Lilly Téllez.

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