La presidenta Sheinbaum repitió el ritual de hace un año: exaltó al movimiento del 68, citó la postura del presidente Gustavo Díaz Ordaz en el tristemente célebre Informe presidencial de 1969, donde asumió con orgullo la responsabilidad jurídica, personal e histórica de su gobierno en 1968. Al mismo tiempo ha dicho que el ejército “obedeció órdenes”, por lo cual no es culpable de la masacre de Tlatelolco o de los disparos hechos desde “arriba hacia abajo de la plaza, por francotiradores”. Desde hace 7 años publiqué en mi libro Adiós al 68, un documento del Semefo expedido a solicitud del Procurador General de Justicia del Distrito y Territorios Federales el 17 de octubre de 1968, donde se le reporta: “Hago referencia a la petición formulada por usted para ampliar la información de carácter médico legal ya rendida, en relación a los acontecimientos que tuvieron lugar en la Unidad Habitacional Tlatelolco del día 2 de los corrientes, en el sentido de cuáles fueron los trayectos que siguieron los proyectiles en el cuerpo de las 26 víctimas que murieron a consecuencias inmediatas o tardías por arma de fuego. La información se puede sintetizar en las siguientes cifras:
Heridas con trayecto descendente y con gran desnivel con respecto al plano de sustentación: 4.
Heridas con trayecto sensiblemente horizontal: 22.
Heridas con trayecto ascendente: 0
Este documento echa abajo la teoría de los disparos de arriba hacia abajo, toda la justificación del gobierno de entonces y también el de ahora está basada en una falsedad.
Paralelamente circula un TikTok, de casi 14 minutos, donde se pretende “demostrar” que el ejército “protegió” a los estudiantes, se manipulan imágenes, se entrevista al abogado defensor de Luis Echeverría, se proyectan varias imágenes de Díaz Ordaz y sus correspondientes palabras, donde sostiene la tesis gubernamental de entonces y al parecer de ahora también: el ejército sufrió una agresión, tenía instrucciones de “no responder hasta que hubiese cinco víctimas”, no se dice cuáles ni de qué tipo, o si heridos o muertos. Jamás se explica por qué desde semanas antes el 2 de octubre, se movilizó hasta 5 batallones, incluido el batallón Olimpia con sus correspondientes camiones, jeeps, tanques, helicópteros, oficiales y tropa. Se ocuparon por fuerzas armadas departamentos en edificios circundantes a la Plaza de las Tres Culturas. Un operativo militar imposible de ejecutarse sin el conocimiento y aprobación del Jefe de las Fuerzas Armadas. Ese despliegue indica que la matanza de Tlatelolco no fue algo “fortuito” , donde el ejército “repelió a los disparos hechos desde los edificios por francotiradores”.
La primera imagen y sonido corresponden a una entrevista que me hicieron en 2018, donde de manera sesgada, por medio de una evidente edición, digo que hubo violencia de los estudiantes, pretendiendo “demostrar” su justificación de la masacre. Obviamente este TikTok es parte de una campaña para “documentar” esa postura gubernamental de exculpar al ejército y responsabilizar al movimiento. Las víctimas convertidas en victimarios.
Puedo afirmar que la matanza del 2 de octubre en Tlatelolco estuvo planeada a la perfección por el gobierno de Gustavo Díaz Ordaz y varios batallones del Ejército, entre ellos el Olimpia, regular del Ejército. Éste no era un aparato paramilitar como los Halcones, el Batallón Olimpia fue creado con el fin de dar seguridad a los Juegos Olímpicos, de ahí su nombre. Llegaron a Tlatelolco vestidos de civil con un guante blanco y, ante la confusión, gritaron durante varios momentos “aquí Batallón Olimpia, no disparen”.
Un gobierno sometido a los militares, los quiere exculpar de la masacre del 2 de octubre.
@joelortegajuar