El pasado 30 de octubre la Comisión Reguladora de Telecomunicaciones (CRT), abrió la consulta pública sobre los “Lineamientos para la identificación de líneas telefónicas móviles”. Se supone que ayer venció el plazo de los 20 días hábiles para la consulta y por ello, como buen reportero que todavía cree en leer antes de opinar; me sumergí en los comentarios de empresas, asociaciones y demás fauna del ecosistema móvil. No esperaba encontrar armonía, pero resulta que el sector, cuando quiere, sabe cantar en coro.
La primera melodía compartida se llama “definiciones”. Telcel, ALT+, Megacable y Anatel le piden a la CRT que, por favor, explique qué demonios entiende por “autoridades competentes”, “fuentes de confianza” e “identificaciones válidas”. Y tienen razón. Sin definiciones claras, tanto empresas como autoridades navegan a ciegas y todos se dan el lujo de interpretar la regulación según su humor del día. Es el tipo de ambigüedad que México ya no necesita y que durante años ha funcionado como licencia para hacerse de la vista gorda cuando alguien usa una línea telefónica para cometer delitos.
El otro coro, más serio y con tono de advertencia, gira en torno a la protección de datos personales. Las empresas coinciden en que no basta con obligarlas a resguardar información. También quieren que las autoridades se comprometan a no usar los datos como piñata jurídico-burocrática. Telcel, ALT+, Megacable y Anatel insisten en que la CRT establezca límites concretos para evitar accesos indiscriminados o permanencias eternas en bases de datos públicas. Como siempre, todos dicen proteger los datos hasta que se les exige cuidarlos y comprobar que no le dan mal uso.
Donde el sector completo se transforma en mariachi afinado es en el rechazo total al registro de usuarios en roaming internacional. Esa propuesta de la CRT logró unir a Telcel, ALT+, AT&T, Megacable y Anatel en un solo mensaje. Las empresas dicen que la medida es técnica y jurídicamente inviable. Y lo es. Cuando un extranjero usa su celular en México, la autenticación la hace la red de su país, no la mexicana. Conceptualmente atractivo, operativamente imposible, salvo que la CRT tenga otros datos.
Otro punto de consenso es el deseo de que las plataformas de gestión, consulta y validación no se vuelvan una camisa de fuerza. Telcel, ALT+, AT&T, Megacable y Anatel coinciden en que cada operador debe tener libertad para usar sus propios sistemas y que las plataformas de mayoristas deben ser opcionales.
Nada sorprendente. En las telecomunicaciones mexicanas, las plataformas de gestión unificadas nunca han funcionado y se han usado más como herramienta para inhibir la competencia. ¿Qué es eso de estar viendo mi intimidad y mis cifras de usuarios? No vayan a darse cuenta de que estoy sumando usuarios fantasmas que solo están en el papel.
En algunos temas, las coincidencias son más modestas, pero igual de reveladoras. Telcel, ALT+ y Anatel apoyan homologar en diez el número de líneas por persona física, siempre que aplique solo para nuevas contrataciones. Esto evita broncas retroactivas y mantiene cierta lógica operativa. También hay un reclamo compartido contra el trato desigual entre operadores, comercializadoras, MVNO y mayoristas pues nadie quiere cargas regulatorias que parezcan diseñadas para amarrarle las manos a nadie. ¿Qué es eso de fungir como autoridad y equilibrar los mercados, ni que estuviéramos en tiempos del IFT? Por cierto, pronto te daré datos duros de la vagancia del finado organismo regulador.
Aún hay mucho por analizar y mientras la CRT revisa este coro inesperado, lo deseable sería que use esta oportunidad para redefinir una regulación que funcione para operadores, usuarios y hasta para la misma autoridad. Todos queremos que las líneas telefónicas sirvan para fines lícitos y no como herramienta del crimen organizado. Y aunque la armonía regulatoria no existe, un poco de sentido común podría ser un buen comienzo.
CROWDFUNDING PACHUQUEÑO
En Pachuca se construye la que será una de las torres más altas de capital hidalguense en la exclusiva Zona Plateada. La llamada Torre AG tiene una estructura imponente pero lo más interesante es que se trata del primer proyecto inmobiliario en esa ciudad fondeado mediante una plataforma de financiamiento colectivo, a través de briq.mx, que fundó y dirige Alberto Padilla. A 10 años de su creación esta empresa se ha posicionado como la fintech de crowdfunding inmobiliario más potente del país, con poco más de 54% del mercado. Ubicada en la zona residencial de mayor plusvalía y con 20 niveles de altura, el desarrollo ejecutado por SIOS inmobiliaria, que dirige Ricardo Mejía, impulsa la economía local en un contexto nacional de estancamiento. Pero más allá de la derrama, es importante dimensionar la importancia de que una obra de esta envergadura se haya financiado totalmente a través de fondeo colectivo, en el que los participantes pueden invertir desde 500 pesos, generando rendimientos muy por encima de la inflación y utilizando la plusvalía en favor de su patrimonio.
MOIS DIGITAL
La venta de Paradise a un corporativo canadiense por 60 millones de dólares abre un capítulo donde la tecnología será el eje del crecimiento. La marca mexicana de cannabis, hoy con 314 tiendas y presencia en ciudades clave de América, se integra a una estructura que opera con plataformas capaces de escalar franquicias, optimizar operaciones y acelerar la creación de nuevos productos. Para Paradise, el cambio significa acceso a ecosistemas de innovación utilizados en los mercados más desarrollados del cannabis, donde la automatización en retail, el diseño de experiencias de compra y la capacidad de probar conceptos en múltiples países impulsan la expansión. La operación coloca a una empresa nacida en México dentro de la competencia global, que avanza gracias a una regulación más clara y a la demanda creciente de productos con CBD y THC en sectores farmacéuticos, de bienestar, cosméticos y alimentarios.
TENDEROS CON ALGORITMO
Coca-Cola FEMSA apuesta por los datos como nueva moneda del comercio minorista en América Latina. Con la plataforma Juntos+, basada en inteligencia artificial, la embotelladora ya gestiona el 34 % de sus pedidos de forma digital y ofrece asesoría a más de 1.3 millones de tenderos en la región. En palabras de Nicolás Bertelloni, director de Crecimiento, no se trata solo de vender, sino de enseñar a comprar con datos. Según la empresa mexicana, que se encuentra en medio de la celebración por sus 135 años, la estrategia combina analítica avanzada con acompañamiento humano y busca convertir a la compañía en socio clave del canal tradicional, donde la intuición empieza a ceder terreno frente a decisiones basadas en información.

