Al cumplir su primer año al frente del gobierno de México, la presidenta Claudia Sheinbaum presumió los resultados que su política de seguridad ha dejado en Zacatecas. Ahí, los homicidios tuvieron una disminución histórica de 88 por ciento.
Se trata de la cifra más baja en los últimos 11 años.
En septiembre de 2025 se cometieron en Zacatecas solo 4 homicidios. En el mismo mes de 2024 la cifra fue de 34. En septiembre de 2021 se habían cometido 201.
Zacatecas figuró durante años entre los 10 estados más violentos de México. Ahora está entre los 10 estados con menos víctimas del país.
Los resultados presentados por Sheinbaum van de la mano de los que presentó en su última comparecencia, el pasado 3 de octubre, el secretario de seguridad del estado, el general de brigada Arturo Medina Mayoral, quien señaló que los homicidios han disminuido 75% en los últimos cuatro años y subrayó que bajo su gestión han sido desarticuladas 45 células criminales.
Es una lástima que el mismo día de la comparecencia de Medina Mayoral, y horas antes de que la presidenta Claudia Sheinbaum presentara cifras históricas tan alentadoras, 12 municipios de Zacatecas quedaran bloqueados en una acción cronométricamente concertada por el crimen organizado.
Desde la madrugada del 3 de octubre, hombres armados retuvieron 37 autobuses de pasajeros y vehículos de carga. Bajaron a conductores y pasajeros, y les prendieron fuego. Cientos de automovilistas, presas del pánico y de crisis nerviosas, quedaron atrapados frente a las llamas en carreteras de Fresnillo, Villanueva, Calera, Río Grande, Sombrerete, Pánfilo Natera, Saín Alto, Jerez, Río Grande, Concepción del Oro, Cuauhtémoc y Enrique Estrada.
El secretario de gobierno Rodrigo Reyes Mugüerza atribuyó los hechos “a los resultados que se han tenido en los últimos días”. El chofer de un camión de carga que fue quemado en Rancho Grande tuvo “una muerte súbita” a consecuencia de estos hechos, según el secretario Reyes Mugüerza.
Un día antes de los narcobloqueos, elementos de la Policía Estatal Preventiva fueron agredidos, a las nueve de la mañana, en Tabasco, Zacatecas. Durante el enfrentamiento, un civil armado, originario de Durango, una zona controlada por gente del Mayo Zambada, perdió la vida.
Según reportes de inteligencia, los narcobloqueos de Zacatecas están conectados, en realidad, con el desmantelamiento, realizado la semana pasada, de un laboratorio clandestino ubicado en Cupia, Durango, donde fuerzas federales destruyeron 2,750 kilos de metanfetaminas, lo que provocó millones de pesos en pérdidas para el grupo criminal que controla de manera hegemónica el estado: la organización de los hermanos Cabrera Sarabia, socios del El Mayo Zambada, cuyas milicias combaten desde hace años en Zacatecas contra el Cártel Jalisco Nueva Generación, a fin de evitar su avance hacia el llamado Triángulo Dorado.
De acuerdo con las autoridades, en el narcolaboratorio de Durango —de 50 mil metros cuadrados que nadie vio en el sexenio de AMLO—, se producían 50 toneladas de droga cada semana. Fue el tercer desmantelamiento realizado en ese estado en menos de un mes: según estimaciones oficiales, el Cártel de Sinaloa perdió 6 mil millones de pesos en ganancias a consecuencia de estos decomisos.
Los reportes de inteligencia consultados indican que los narcobloqueos realizados en Zacatecas durante la comparecencia del secretario Medina Mayoral, y a unas horas del informe de la presidenta tras su primer año en el gobierno, son la protesta del grupo de Sinaloa por la ruptura de acuerdos que llevaron al establecimiento de una “pax narca” en el estado, así como a la “histórica” reducción en los niveles de violencia.
En su última comparecencia, el general Medina Mayoral informó que más de la mitad de las 48 agresiones sufridas por agentes del estado en lo que va del año, provienen de acciones tomadas por el Cártel Jalisco. En correspondencia, destaca el número de operativos y las detenciones realizadas en contra de este grupo criminal en los últimos tiempos.
Los reportes indican que el establecimiento de una “pax narca” comenzó a hacerse visible en los tiempos en que Óscar Alberto Aparicio Avendaño —hoy secretario de seguridad pública en Chiapas—, fue nombrado subsecretario de Operación Policial de la Secretaría de Seguridad Pública en Zacatecas.
Pero la reducción de la violencia en el estado tenía un costo. El aviso de que un pacto no fue respetado, según las fuentes consultadas, fueron los narcobloqueos llevados a cabo el viernes pasado.
Apenas en junio, hubo en La Encarnación un enfrentamiento entre fuerzas de seguridad y una célula criminal del CJNG en el que 14 sicarios (algunos de ellos de Nayarit) fueron “reducidos”, según el término empleado por el secretario Mugüerza.
Hoy la presidenta de México usa las cifras de ese pacto para ensalzar los logros de su gobierno. Como ocurrió con su antecesor, tarde o temprano la nación se lo demandará.