En una noche digna de película, dio inicio la Convención Anual del Consejo Mundial de Boxeo, aquí, en Bangkok, Tailandia. El Bangkok Marriott Marquis Queen’s Park (hotel oficial del evento) abrió sus puertas a cientos de personas provenientes de los rincones más remotos del planeta, todas movidas por una misma ilusión: Reencontrarse con su familia, la familia del boxeo.

Mauricio Sulaimán, como el gran anfitrión que es, dio la bienvenida, mostrando al mundo la extraordinaria convocatoria del organismo verde y oro. Más tarde, en confianza, nos comentó a algunos periodistas que, pese a los recientes ataques de la nueva promotora que ha arremetido sin mesura contra los organismos sancionadores, la unidad del boxeo es inquebrantable. Y que, para cada ataque, habrá una respuesta... No violenta, sino basada en trabajo.

La llegada de Oleksandr Usyk se robó los reflectores, pero no menos especial fue la charla que tuve con José Luis Castillo, Christian Mijares y Humberto Chiquita González, a quien —no sin cierta picardía— le confirmé la eliminación de sus Águilas del América.

Por separado, tuve un intercambio imposible de olvidar con dos figuras que se enfrentaron con fiereza en el ring, pero que fuera son almas generosas: Vinny Pazienza y Roberto Durán. Las anécdotas y bromas son parte de ese espíritu genuino, donde los guerreros, sin filtros, expresan afecto y respeto.

Se asoma una convención histórica, que apenas toma forma y ya deja ver una carga de humanidad sin precedentes. Sé que vienen anuncios importantes: Programas sociales, iniciativas de salud, capacitación y educación financiera para las y los boxeadores.

Aquí se respira fraternidad, hermandad, camaradería. Pero algo me dice que Mauricio —un hombre que jamás pierde la clase ni la elegancia— está por dar un golpe de autoridad en la mesa del boxeo mundial. No esperen aspavientos del hijo de Don José, pero tampoco tibieza cuando alguien pretenda tocar a una o un peleador del CMB.

Porque podrán llegar personas, empresas, dinero y proyectos nuevos... Pero sin boxeadores, el boxeo se muere.

Y eso el CMB lo sabe bastante bien.

Don José Sulaimán lo dejó claro: Lo único que realmente importa son los boxeadores.

Y de eso, precisamente, se trata esta reunión anual.

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