Gobernar al pueblo era el deber legal. Político, Ético. Moral. Histórico, de Claudia Sheinbaum.
Estaba llamada a recorrer y ampliar el camino de la democracia. Del Derecho. De la Libertad. Del humanismo. De la honra.
Como primera mujer Tlatoani en 700 años, esperaba por ella la consagración. El recuerdo grato. La trascendencia.
Al violentar la manifestación de la Generación-Z, expresión de una parte importante de la sociedad, optó por abrazar la tiranía, cuyas acciones van acompañadas de ataques. Sometimiento. Persecución. Cárcel. Irracionalidad. Esclavitud. Crueldad.
Eligió el acceso a la condena permanente. Ya tiene su lugar en la ignominia.
Claudia Sheinbaum encarna la decepción. Desencanto. Frustración. Amargura del encumbramiento de las mujeres a la primera magistratura. No llegaron todas. Llegó ella sola. Sola le ha fallado a México. A los mexicanos. A su género.
Con la mejor forma de gobierno, el popular, pasaría a la Historia. Entraría en ella por la puerta de enfrente. Abierta de par en par. Hermosa. Grande. Sublime. Solemne.
Con el depravado régimen personal. Grupal. Tribal. Autoritario. Sanguinario. Descarnado. Amenazante. Aterrador, el registro universal dirá que entró por el sótano. Por una rendija. Por la cañería.
Su primer paso hacia el ejercicio pleno del gobierno del terror, al que le quitó la careta con la represión contra jóvenes justificadamente inconformes por su desgobierno, está dado. Anunciado. Ejecutado. Reiterado.
Su táctica represora de contención del sábado para evitar que miles de ciudadanos llegaran al centro de la capital, es apenas el principio. No parará.
La constitucionalización del régimen tiránico hecha por el Congreso le dio facultades para echar mano de todos los instrumentos para sostenerse. Ya comenzó a exhibirlos con los neogranaderos. Los gorilas están presentes.
Ante el eventual crecimiento y multiplicación de los actos de inconformidad colectiva contra la inseguridad. Corrupción. Impunidad, que no podrá evitar, vendrá lo peor. Sus respuestas serán cada vez más duras. Extremas. Despiadadas. Salvajes. Brutales.
El gobierno soltará toda su jauría. El furioso tigre encarnado en el pueblo, que decidió soltar, está preparado para hacerle frente.
Los métodos de gobierno de Sheinbaum la harán cada vez más insostenible. Pero no la llevarán a reconsiderar. Cambiar. Mejorar. No es su intención. Voluntad. Poder. Ya se le hizo tarde para rectificar.
Su radicalización la inducirá a ir cada vez más lejos. A seguir en la misma línea de arrogancia. Prepotencia. Fidelidad. Compromiso con López. Nada. Absolutamente nada muestra hoy una remota posibilidad de que abandonará su esquema de injusticia. Maltrato. Excesos. Abuso contra los ciudadanos.
Visto como un posible proceso de reversión de la destrucción que se ha llevado a cabo durante los siete últimos años la “transformación”, costará sacrificios enormes. Indecibles. Pero las sociedades amantes de la libertad corren cualquier riesgo para no perderla. O para reconquistarla.
El repudio. Reprobación. Rechazo. Hartazgo contra el gobierno de Sheinbaum, calca del que ejerció el huachicolero de la política nacional, López, va más allá de un momento.
El producto de la repulsa a sus excesos es tangible. La llama de la movilización ha prendido. Está viva. Será creciente. Incontenible. Irrefrenable. Los ideales juveniles chocarán contra todos los obstáculos que les ponga enfrente, pero no podrá detenerlos.
Ya se vio claramente en la manifestación del sábado 15 de noviembre, fecha que marcará el principio de una nueva lucha del pueblo por su libertad. La base de esta. Su punto de partida es la pérdida del miedo. El arrojo. La valentía. La inteligencia de la Generación-Z.
La primera expresión de deseo de ese primum bonum (primer bien) que la Humanidad ha buscado siempre, se vio en el Zócalo. En innumerable calles y plazas de la Ciudad de México. En decenas de localidades de toda la República. Se publicitó en otros países. Estados Unidos tomó nota.
Aunque los tomboleros. Acordeoneros, Aboneros lo nieguen. Recriminen. Persigan, en el corazón de la inmensa mayoría de mexicanos anida. Florece el propósito de cerrar el Infierno que abrieron para los más, entre los que no están ellos, ¡claro!, como filocorruptos. Filocriminales. Filomentirosos.
El sector de los adultos, que estos han querido y creído incondicionales eternos por las migajas que les reparten mediante los programas sociales entregándoles recursos públicos a nombre propio, ya tuvo una significativa presencia en todo el territorio.
Ahorcados por la imperiosa necesidad. Concientizados por la inevitable realidad. Impulsados por la dignidad, serán un factor decisivo contra el propósito del partido hegemónico de perpetuarse en el poder. De echarlo de él.
Con el impulso. Cobijo. Respaldo que les está dando y que podría aumentar, los jóvenes podrían cristalizar el sueño de reconstruir la libertad para todos.
La presidenta y su titiritero, López, saben eso. Por eso decidieron quitarse la máscara. Mostrar su esencia. Su miseria humana sin límites. Se presentan como son: intransigentes. Sinvergüenzas. Violentos. Intolerantes. Primitivos.
Sin ningún rubor, Claudia Sheinbaum camina de la mano de él, su gran mentor. Comete los mismos desatinos. Errores. Exabruptos. Los cubre con el mismo discurso. Con idéntica desfachatez. Insensibilidad. Desmesura. Transitan felices. Complacidos. Quitados de la pena. En la misma dirección.
Los atrae más el Infierno de la Historia que la dulzura de la Gloria. Las circunstancias se las ofreció como a pocos. La desestimaron. La desdeñaron. La perdieron.
Así, se encuentran en un camino sin retorno. Su única alternativa es la fuga hacia adelante. No les importan los costos sociales. Las consecuencias. El sufrimiento al que con sus locuras sometan al pueblo que, confiando en ellos, los eligió de buena fe. Les dio su confianza. Les entregó el poder.
La traición, el robo, la deshonestidad, vicios que López juró y perjuró que no cometería, se los ha apropiado su sucesora sin la menor reserva. Lo deshonesto no se circunscribe a lo económico. Es más grave en la esfera política.
El huachicolero de ésta acariciaba la idea de estar al lado de Hidalgo, Morelos, Juárez, Cárdenas. Fundadores. Constructores de la patria. Pudo haber logrado eso. Y quizás más. Su malignidad. Su perversidad. Su vesania lo cegaron. Lo enloquecieron. Lo extraviaron. Su heredera está en la misma línea.
Hoy, indubitablemente, está enfilado hacia el basurero. Y, salvo que los Océanos se secaran, su sucesora dejaría de acompañarlo. ¡Qué tristeza por ella! ¡Por la esperanza que con ella se ha ido! ¡Que arrebató a todo un pueblo ilusionado!
Para que el más grande canalla parido en este país marche solo al muladar, del cual no saldrá jamás, la luchadora de antaño por principios que traiciona hoy, necesita acabar con el sistema de dominación que él le dejó.
Eso no va a ocurrir. Implicaría acabar con ella misma, por ser su producto mejor acabado. Construido. Más encumbrado.
No desmantelará –ya lo hubiera hecho– la poderosa red de narcotráfico que López prohijó. Consintió. Solapó. Arropó al grado de convertirse en el Estado de hecho y colocarse por encima del Estado de Derecho.
Podrá llenar las cárceles de criminales sin nombre famoso, pero no ordenará que se investigue a Adán Augusto López, Rubén Rocha, Américo Villarreal, Alfonso Durazo, Mario Delgado, Alfredo Ramírez, los Monreal, los Salgado.
Los marinos. Aduaneros. Factureros. Huachicoleros. Los verdaderos capos, están a salvo. Nadie los molestará. No lo hará Claudia Sheinbaum. Pero no pueden estar seguros de que Donald Trump no mande por ellos.
Mucho menos emprenderá acción alguna contra López. Ni contra sus hijos. Amigos, Cómplices. Socios. Nada hará para no molestar a la nomenclatura morenista, gracia a la cual llegó a la presidencia. Nadie se dinamita a sí mismo.
Claudia Sheinbaum puede seguir tratando de cubrirse con sus mañaneras. Encuestas. Propagandistas. Bots. Cartas de apoyo de los gobernadores. Cierre de filas. Negacionismo. Ataques a la Prensa. A gobiernos anteriores. Empresarios. Fantasmas…
Ninguno de esos elementos. Ni juntos, la sostendrán indefinidamente. En algún momento esa, su única defensa. Su escudo del diario, por grueso que sea, será vulnerado y se verá obligada a mirar la realidad… que niega hoy.
Línea de Fuego
¡Qué comodidad! la de Clara Brugada, quien dispone, manipula y lanza a sus golpeadores con escudos, toletes y gases lacrimógenos contra la ciudadanía y las consecuencias políticas que producen sólo se le apuntan a la presidenta de la República. Esta vez, la jefa de gobierno de la CDMX se quedó corta. Pero no podría descartarse un escenario en el que ordene excesos libres, mirando a desgastar más aún a Claudia Sheinbaum, de quien ilusamente se cree sucesora… La oposición política de todos los colores está borrada. Es inexistente. Está apestada para los jóvenes de la Generación-Z, sobre todo para los panistas, que intentan navegar con sus causas y su bandera… El contador oficial de asistentes a manifestaciones contra el gobierno, Martí Batres, debió haber dejado encantada a la presidenta con su estimación de 17 mil personas que se movilizaron el sábado al Zócalo. Si así hace las cuentas sobre el manejo del ISSSTE, no es difícil imaginar cómo estará esa institución… Si el presidente de la Coparmex, Juan José Sierra, se queja de que el crimen organizado tiene de rodillas a los empresarios, el gobierno no lo puede desmentir. Su fundada inconformidad, puede llevarlo a catalizar movimientos que a las autoridades no le gustarán… Luisa María Alcalde, la marioneta del (D)Andy en su partido, suelta, sin el menor rubor, otra “perla” al señalar que la oposición levantó a los jóvenes contra Morena. ¿Qué estúpido esperaría que lo hicieran sus cómplices?… El autor de toda la tragedia nacional, Andrés Manuel López Obrador, sigue empecinado en hacer una gira nacional para presentar su último libro. El sábado salió indemne. En su periplo, podría llevarse una sorpresa. Muchos de sus seguidores, avergonzados por la actitud que han asumido por él, están muy molestos. Decididos a darle la espalda.

