La primera vez que se celebró el Mundial de Futbol en México fue hace 55 años, en 1970. Este evento se realizó en el marco de la novena edición de la Copa del Mundo de la FIFA y fue también la primera vez que el torneo se disputó en Latinoamérica desde que se inauguró en 1930.
Este magno evento es tan atractivo para los que son apasionados del futbol como para quienes disfrutamos del ambiente que se genera alrededor de los partidos. Para la Ciudad de México será una ventana única de oportunidades para el desarrollo económico, porque no solo atraerá aficionados de distintas partes del mundo, sino que impulsará la inversión pública y privada en infraestructura, turismo, tecnología y servicios, lo que generará impacto positivo tanto a mediano como largo plazo en la economía local y, sobre todo, la popular.
La inversión en infraestructura vial, imagen urbana, eventos culturales, gastronómicos y tecnológicos que se tienen programados, tanto con inversión pública como privada, favorecerá el crecimiento de empresas de diversos sectores, impulsando la creación de nuevos empleos y fomentando el espíritu emprendedor.
Nuestra riqueza cultural e histórica se impondrá y será gran protagonista, nuestros museos, teatros, parques y zonas arqueológicas cercanas serán sitios de visita obligada tanto de internacionales como locales.
El dinamismo en el que estará inmersa la ciudad y el país, en su conjunto, favorecerá a pequeños y medianos empresarios que podrán diversificar su oferta, capturando nichos de mercado probablemente inexplorados por la composición de los equipos y atrayendo inversiones que, de otra manera, pudieron tardar años en materializarse.
La posible demanda de soluciones digitales para la gestión de eventos masivos y la seguridad ciudadana, son un área de oportunidad para el sector tecnológico y de innovación, por lo que surgirán startups y proyectos de investigación que integren inteligencia artificial, análisis de datos y tecnologías de comunicación; ante este ecosistema innovador serán favorecidas alianzas estratégicas entre el sector público y privado, promoviendo una cultura de transformación digital que si sabemos aprovechar, podremos consolidar a la Ciudad de México como un centro tecnológico de renombre en América Latina.
La celebración del Mundial en la Ciudad de México no solo se vislumbra como un acontecimiento deportivo, también consolidará la identidad, el sentido de comunidad que nos caracteriza a las y los mexicanos, el humanismo y hospitalidad con el que el mundo nos conoce, sin dejar de lado que brindará herramientas catalizadoras del desarrollo económico, por la inyección de capital, la modernización de infraestructuras y el fortalecimiento de sectores claves marcarán una etapa importantísima de transformación. La colaboración entre gobierno, empresarios y la sociedad civil permitirá consolidar a la ciudad como un destino global vibrante e imprescindible, preparada para los desafíos del siglo XXI y comprometida con el bienestar de sus habitantes y de quienes visitan o transitan en ella. Bienvenido el Mundial a la Ciudad.
Maestra en Derecho Constitucional y Derechos Humanos

