"Yo no sé lo que tienen éstas de
Almagro, que hasta el agua bendita
toman con garbo, y las del Moral
por la boca y los ojos derraman sal".
- Don Camilo José Cela y Trulock -
Iniciamos compartiendo alegremente con ustedes, la agenda de nuestro aniversario nupcial, queridas amigas, apreciados amigos, distinguidas lectoras e insignes lectores, agradecidos eternamente por tantas y tan finas atenciones, como declamara el inolvidable artista Guanajuatense Don José Alfredo Jiménez.
España, Ciudad Real, Almagro.
25 de agosto del 2025.
AGENDA DEL ANIVERSARIO NUMERO XXXIX
- Tren Madrid-Almagro
- Parador Nacional Almagro
- Corrida de Toros
PD. Vaya celebración Divina, con mi adorada esposa GEMY.
Precisamente, en el marco de la celebración matrimonial número 39, efectivamente, apenas los primeros luminosos 39 meses de casados, decidimos celebrarlos por todo lo alto en la población citada varias veces - desde el mágico epígrafe - sin el menor desperdicio, descrito brillantemente por el inmortal Nobel de Literatura español con gratificante memoria.
El texto que comento se distingue en uno de los regios pasillos que conducen al incomparable bar del Parador de Almagro, enfatizando lo de incomparable por inigualable, al coronar sus espléndidas instalaciones con descomunales barricas de vino que embellecen el lugar de forma única, realmente excepcional.
Estas construcciones destacan como en todo Parador por su emblemática personalidad, preciosas formas, particularidades como sus 14 patios, cada uno de ellos con un toque de exclusividad, tan finos como elegantes con nombre propio y motivador encanto.
Pero vayamos al principio, si se nos permite, para descubrir las características tan especiales de nuestro arribo a la región, que se quedan ya guardadas en nuestros corazones para la posteridad. Resulta y resalta que no fue la primera ocasión que disfrutamos de estas genuinas instalaciones.
Un par de años atrás, las estrenamos de forma conjunta, con nuestra adorable hermana Mariela en inolvidable "Road Trip", donde arrancamos la gira, manejando desde Madrid, cuando se gestó nuestras primeras visitas a los Paradores de Ubeda, Cáceres, Ávila y Gredos, de los que les hemos compartido algunas aventuras en entregas previas.
De esta experiencia en particular, deseamos narrar la llegada a la estación ferroviaria a escasos 25 minutos caminando hacia el hotel a través de la bella Alameda central.
Sin embargo, fue todo un experimento, porque aunque la distancia parece corta, resultó algo totalmente enriquecedor bajo los 40 grados de un sol abrazador como reza la antigua melodía.
Por cierto, caminamos a prisa, para evitar el cierre del hermoso comedor, porque en todo Parador terminan la comida puntualmente a las 16:30 horas, lo que nos salvó fue una oportuna llamada telefónica donde nos contestaron amablemente con el tono más castizo posible...."No os preocupéis, aquí les esperamos en su casa".
En la próxima entrega les obsequiaremos los detalles más fosforescentes de esta visita, porque ésta, para variar, ya se alargo mucho por las emociones revividas y deseamos cerrarla con otro clásico ibérico, colocado junto al señalado en las líneas iniciales, que podrán leer enseguida, si nos hacen el maravilloso honor.
Añoranza
"Y tú, la cerca y lejos, por el inmenso llano eterna compañera y estrella de Quijano, lozana labradora fincada en tus terrones - oh! madre de manchegos y numen de visiones -, viviste buena Aldonza, tu vida verdadera cuando ta amante erguida su lanza justiciera, y en tu casona blanca ahechando el rubio trigo. Aquel amor de fuego era por ti y contigo".
Mujeres de la Mancha con el sagrado mote de Dulcinea, os salve la gloria de Quijote.
Don Antonio Machado.
Hasta siempre, buen fin.