En México parece que todos los delitos hallan su fuente o están ligados al narco negocio. Este, si no se ocupa de extorsionar al gremio citrícola en Michoacán, está dedicado a reclutar y exterminar jóvenes desempleados en Jalisco y sus estados aledaños. Hago referencia al reciente caso de ejecución de Bernardo Bravo Manríquez, y al ya poco mencionado caso del Rancho Izaguirre, ubicado en el municipio de Teuchitlán, Jalisco.
Nuestra intención consiste en cuestionarnos ¿qué ha hecho la 4T, primero bajo el mando de López Obrador y ahora que Claudia Sheinbaum es la Presidenta del país, para combatir estos hechos de violencia que parecen no dejar de multiplicarse?
La tan criticada frase de “abrazos, no balazos” ha servido para echar en menos la estrategia nacional de seguridad pública que ha prevalecido desde que Morena se hizo con el poder presidencial. La cual, evidentemente, no consiste literalmente en dar esta muestra de afecto a los delincuentes, sino en atacar las causas de la violencia mediante métodos indirectos. De ahí la insistencia de la 4T en promover deportes como el beisbol o el box; u ocuparse de promover leyes contra los corridos tumbados o los videojuegos considerados violentos.
En esta lógica se inscribe el programa social Jóvenes Construyendo el Futuro. El cual tiene por meta promover la empleabilidad de la población entre los 18 y 29 años, al ofrecerles una capacitación laboral pagada, durante todo un año, si se encuentran desempleados y si tampoco están estudiando. De este modo se espera obtener como suerte de “efecto colateral positivo” alejar a sus beneficiarios del reclutamiento por parte de organizaciones criminales.
El problema es que, al parecer el programa no está cumpliendo con esos objetivos o, por lo menos, no se está siendo ejecutado en las localidades que más se necesita. Pues de acuerdo con el Padrón Único de Beneficiarios de la Secretaría del Bienestar, de 2019 a 2024 el municipio de Teuchitlán, Jalisco, apenas acumuló un total de 36 beneficiarios (mientras que Centro, Tabasco, concentró 57, 471).
Hallazgo que hace plantearnos la existencia de un escenario en el que esta tragedia no hubiese ocurrido si tan solo la Secretaría del Bienestar y la Secretaría del Trabajo hubiesen aplicado más recursos en ese municipio y los estados aledaños al mismo. Ya que pertenencias encontradas en el Rancho Izaguirre fueron reconocidas por familiares que afirman eran usadas por sus hijos o hermanos desaparecidos, que víctimas de ofertas de empleo fraudulentas terminaron por ser reclutados para servir como sicarios, halcones, en la industria del sexo-servicio o bien, simplemente para ser asesinados.
Marath Bolaños López, titular de la Secretaría del Trabajo, durante la celebración del 5° aniversario del programa usó la frase “Becarios sí, sicarios no”, sin embargo, de enero a julio de 2025, Jóvenes Construyendo el Futuro contabiliza tan solo 9 beneficiarios extras para Teuchitlán. Es decir, a pesar de la tragedia parece que el municipio no se convirtió en prioridad del programa.
De acuerdo con el SESNSP, la 4T en 2018 recibió el país con una tasa de homicidios dolosos de 23.1 muertes por cada 100 mil habitantes a nivel nacional, para 2024 con sus distintas estrategias la hizo retroceder hasta 19.2 ¿será que la actual Presidenta logrará disminuir más esa aún elevada cifra, reforzando o reajustando su estrategia nacional de seguridad pública?
Profesor de la Facultad de Economía, UNAM e integrante del Centro de Análisis de Coyuntura Económica, Política y Social (CACEPS). Contacto: caceps@gmail.com

