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A espaldas de la Catedral Metropolitana, ubicada en la casa que habitó durante su juventud el fotógrafo modernista del siglo XX Manuel Álvarez Bravo, en República de Guatemala 20, en el Centro Histórico de la Ciudad de México, se encuentra “Finca El Rocío”, negocio familiar de chocolates artesanales fundado por “Andy” y Gonzalo López Beltrán, hijos del expresidente morenista Andrés Manuel López Obrador.
La empresa, llamada así en memoria de Rocío Beltrán Medina, primera esposa fallecida del tabasqueño durante su gobierno capitalino, detalla en su página web que “Rocío es el amor de una madre que ya no está físicamente, pero que está presente en la formación moral y profesional”.
Bajo el lema “Chocolate para el corazón”, resaltado en letras naranjas en un espejo del local, la concurrida sucursal es atendida por un solo empleado multiusos que atiende, cobra y prepara los frappés y chocolates calientes.
En un recorrido hecho por EL UNIVERSAL, se observó una afluencia clientelar ininterrumpida desde la apertura del negocio con filas de hasta 15 minutos.
Parejas, familias y hasta en solitario, las personas entran, salen, observan el menú y hacen una fila semiordenada que abarca más de la mitad del establecimiento.
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Por momentos, parece que el trabajo no culmina para el empleado. Algunos clientes se detienen a observar detalladamente las curiosidades del lugar: desde fotos, cacao en proceso de secado y las coloridas envolturas de los chocolates.
El trabajador, de manera amable pero apresurada, se dedica a rellenar los vasos de frappé, decorar con chocolate las fresas, las manzanas y así hasta seguir con el siguiente comprador.
Entre lo más vendido destacan los brownies, frappés de cacao y bebidas de chocolate caliente, aunque existen otros productos también solicitados como infusión de cacao, paletas cubiertas de chocolate y toppings extra por 5 pesos más.
La lista de postres, bebidas y barras es extensa: desde una cascarilla de cacao a 50 pesos o cocoa por 180, hasta un lingote de chocolate 89% por mil 200 pesos.

Entre las opciones, sobresalen también snacks como bombones por 25 pesos, brownies por 40 y frutas como manzanas y fresas cubiertas con chocolate por 35 pesos cada una.
Con servicio los siete días de la semana de 11:00 a 17:00 horas y un fuerte aroma a cacao, “Finca El Rocío” no entrega tickets impresos a sus clientes. Por el contrario, se detalla en un cartel que, en caso de requerir factura, se puede pedir un comprobante digital a una cuenta de correo electrónico personal.
A las afueras del lugar no hay espacio para saborear los productos: entras, ordenas, sales y te vas. “No contamos con sanitarios. Servicio únicamente para llevar”, se lee en un cartel.
De acuerdo con la plataforma web del negocio, los chocolates son elaborados en un taller pequeño en la Ciudad de México, “seleccionando cada grano de cacao de forma manual”.
Sin embargo, reconocen que, solo con palabras, no pueden describir el olor y sabor de los productos de la finca: “creemos que cada paladar deberá juzgarlo en su experiencia”, afirman.
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Este negocio fue fundado en 2023 y forma parte de la vida empresarial de “Andy” López, además de Vinos Cósmicos, creado en 2021, y Realesco, S.A, un expendio de vinos naturales considerado su más reciente empresa revelada por una investigación de Quinto Elemento Lab.
En la sede, un cuadro con la imagen de un cacao fresco y verde se observa desde las afueras, y al entrar, de frente se ubica un mueble de madera que alberga la diversidad de chocolates en venta. Algunos de ellos cuentan con etiquetado frontal con leyendas de exceso de calorías, azúcares y grasas saturadas.
Otros de los productos no comestibles que también se venden son las bolsas de mano, libretas y tazas coloridas destacando la marca "Finca Rocío Chocolate".

En su página oficial, Chocolates Rocío presume que es uno de los “pocos fabricantes en el mundo” que puede considerarse dentro de la familia de los chocolates “Tree to bar” (del árbol a la barra), esto significa que se mantiene un control durante todo el proceso de fabricación en busca de “garantizar el mejor producto posible”.
Como parte de la elaboración de los chocolates, la empresa asegura que únicamente utiliza dos ingredientes: Cacao Orgánico Finca el Rocío y azúcar de caña.
El cacao, detalla, es sembrado en una propiedad familiar llamada “Finca El Rocío”, ubicada en el municipio de Teapa perteneciente al estado de Tabasco.
La chocolatería también cuenta con una sede en Villahermosa, Tabasco, ubicada en la calle Vía 3, Plaza Campestre Local 12, colonia Tabasco 2000. En este establecimiento el horario de servicio es de lunes a domingo de 10:00 a 19:00 horas y por las fotos que comparten, pareciera que esta sede corre con la misma suerte de tener casa llena.
En redes sociales, Chocolates Rocío tiene más de 17 mil seguidores, y entre sus publicaciones, comparte los productos elaborados enfatizando siempre “ese toque especial que solo el auténtico cacao puede dar”.


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