Organizaciones campesinas de la Confederación Nacional Campesina (CNC) advierten que la nueva Ley General de Aguas modificaría de manera sustancial la transmisión y renovación de las concesiones de uso agrícola, ya que plantea que estos derechos dejen de heredarse o venderse junto con la tierra y que, al concluir su vigencia, regresen al Estado para una nueva asignación.
Integrantes de la Confederación reiteraron estas preocupaciones durante las manifestaciones y cierres carreteros de las últimas semanas, al señalar que la reforma elimina la continuidad que hoy acompaña a muchos títulos, genera incertidumbre sobre su patrimonio y pone en riesgo la operación cotidiana de miles de unidades productivas.
De acuerdo con la CNC, el retorno obligatorio de las concesiones al Estado y la prohibición de transmitirlas con la tierra reducirían el valor de las parcelas y complicarían su herencia dentro de las familias campesinas, cambios que afectan la estabilidad económica de regiones que dependen del riego para sostener su producción agrícola y ganadera.
Carlos Estrada Valdez, líder de la organización en Aguascalientes, explicó que las concesiones forman parte del patrimonio rural y que sin ellas una parcela pierde viabilidad para producir.
Dijo que separar la tierra del agua obliga a los agricultores a depender de nuevos procesos administrativos para cada renovación, lo que incrementa la incertidumbre en un sector ya afectado por altos costos y bajos precios de mercado.
En uno de los mítines realizados durante los bloqueos, el agricultor expresó preocupación por las nuevas condiciones técnicas previstas en la ley, pues muchos pequeños y medianos productores no cuentan con la infraestructura necesaria para cumplirlas.
¿Qué piden los campesinos de la Ley de Agua?
Además, señaló que, aunque la modernización del riego es imprescindible, la iniciativa no contempla apoyos para que el sector pueda adaptarse sin afectar su producción.
La CNC añade que el proceso legislativo avanza con poca consulta en territorio y pide que las modificaciones consideren las diferencias regionales, pues advierte que una transición sin participación campesina podría profundizar desigualdades y dejar fuera a quienes dependen del agua para sostener sus cultivos.
Por ello, distintas articulaciones de la Confederación solicitan que la reforma mantenga la transmisión de concesiones entre particulares, ya que la herencia y la venta acompañada del derecho al agua han permitido sostener la producción familiar por generaciones. Consideran que eliminar esta práctica reduciría el valor de las tierras y limitaría la continuidad de los proyectos agrícolas.
También demandan certeza jurídica, pues advierten que la nueva ley no debe generar efectos retroactivos ni poner en riesgo concesiones vigentes, por lo que piden reglas de renovación claras y plazos que den seguridad a los usuarios agrícolas en todo el país.
Asimismo, la CNC pide que los agricultores sean escuchados en el avance de la aprobación de la ley para entender la importancia de preservar los derechos adquiridos mediante mecanismos accesibles para heredar, renovar y mantener el uso del agua sin procesos discrecionales y sin cargas administrativas que afecten a los productores de menor escala.
Finalmente, solicitan apoyos técnicos y financieros para adecuar la infraestructura de riego antes de que entren en vigor las nuevas obligaciones y que la ley garantice reglas equitativas que no desplacen a pequeños productores ni limiten la actividad agrícola en zonas rurales.
mahc/apr
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