Más Información

Comunero de Tepoztlán pide juicio de restitución de la casa de Noroña; el tema se abordará hasta octubre

Facundo es eliminado de "La casa de los famosos México"; Dalilah Polanco se salva, pese a su estado de salud

Eclipse Lunar 2025: ¿dónde seguir la transmisión en vivo de la Luna de sangre hoy, 7 de septiembre?; conoce los detalles

Los Bills de Buffalo firman épica remontada y vencen a Ravens en el primer Sunday Night Football de la temporada

Harfuch revela detención de 14 personas vinculadas a huachicol fiscal; defiende a extitular de Marina

Entre protestas contra Adán Augusto, Andrea Chávez rinde informe de actividades en Chihuahua; “no a La Barredora”, reclaman

De cachorro a héroe: Arkadas, el perro donado por Turquía, sorprende por lo rápido que creció; video se viraliza
La Semana Santa es una de las fechas más importantes en el calendario católico, en la que se conmemora la muerte y resurrección de Jesucristo.
La Semana Santa empieza con la celebración del Domingo de Ramos, día en que se recuerda la entrada de Jesús a Jerusalén, cuando fue acogido por una multitud. Aquel día, el pueblo le dio la bienvenida aclamándolo y agitando ramas de olivo para saludar a quien consideraba “el hijo de Dios” o “el Mesías”.
Es por eso que, en esta fecha, los feligreses suelen llevar ramas de este árbol a misa para que sean bendecidas y guardarlas, luego, en su casa el resto del año. Este siempre es el domingo anterior a la Pascua.

¿Qué se recuerda el llamado Jueves Santo?
En el Jueves Santo se recuerda la Última Cena de Jesús y sus discípulos, un suceso que significó una despedida, ya que al otro día le esperaba la detención y posterior crucifixión.
Lee también: Papa Francisco visita una cárcel romana por Jueves Santo; el líder católico sigue convaleciente
En el Jueves Santo, durante la cena, Jesús instituyó la eucaristía, uno de los sacramentos fundamentales de la religión cristiana: “Mientras comían, Jesús tomó pan, lo bendijo, lo partió y, dándoselo a los discípulos, dijo: ‘Tomad y comed, este es mi cuerpo. Y tomando un cáliz y dando gracias, se lo dio, diciendo: ‘Bebed de él todos, que esta es mi sangre de la alianza, que será derramada por muchos para remisión de los pecados’”, dicen los Evangelios.
Jesús concluyó aquel momento con la famosa frase: “Yo os digo que no beberé más de este fruto de la vid hasta el día que lo beba con vosotros de nuevo en el reino de mi Padre”.

Posteriormente, en la noche del Jueves Santo, Jesús fue a rezar al huerto de los olivos, también llamado Getsemaní. Allí acudió con algunos de sus apóstoles y mostró su costado más humano al pedirle a Dios si era posible que no se llevara a cabo su crucifixión.
El Viernes Santo se destina a la Pasión de Cristo, que llevó a su muerte en la cruz. Se acostumbra a rememorarlo mediante un Vía Crucis, que en latín significa “el camino de la cruz”.

El Sábado Santo conmemora el tiempo que Jesús estuvo en el sepulcro después de ser crucificado.
El domingo, llamado de Resurrección, se recuerda el momento en que, de acuerdo con los católicos, Jesús resucitó de entre los muertos, al tercer día de haber sido crucificado.
mcc