Un año y nueve meses después de los microsismos de 2023, Josefina Ayala Contreras está por dar los últimos detalles para que su departamento de la calle Los Echave, en Mixcoac, quede restaurado por completo.
Si bien autoridades capitalinas le ofrecieron un crédito del Instituto de Vivienda de la CDMX para hacer los trabajos, los trámites y la cotización de la constructora eran más elevados, por lo que decidió reparar su casa por su cuenta.
Tras los microsismos, el departamento de Josefina sufrió daños en muros, el piso y la herrería de puertas y ventanas. Esa mañana del 12 de diciembre de 2023, personal de Protección Civil le dijo que no podía volver a habitar el lugar a menos de que se reparara.
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“Fueron tres visitas de Protección Civil en el transcurso del día y los últimos, que vinieron a las 6 de la tarde, nos dijeron que no podíamos permanecer aquí porque no sabíamos si se podía repetir un evento igual o más fuerte, agarramos lo que pudimos y nos salimos”, recuerda.
Josefina y una de sus hijas se fueron a vivir con una hermana, y comenzaron a buscar ayuda para salvar su patrimonio, adquirido tras una vida de trabajo con su esposo y ella como trabajadores del gobierno federal.
“Yo venía todos los días porque Protección Civil estaba haciendo visitas y había que estar a veces a las 7 de la mañana aquí en el departamento”, dice.
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Tenía confianza en que con la ayuda del Gobierno capitalino podría reparar su departamento.
“Cuando lo tuvimos que hacer por nuestra cuenta fue cuando la autoridad no nos apoyó como nos había indicado al principio. Hicimos muchos trámites ante gobierno central, con escritos, visitas, tuvimos visitas del área social, para concientizarnos de cómo iba a ser la ayuda, el proceso y demás, al final gobierno central nos canalizó con Invi, nos iban a dar un crédito de hasta 200 mil pesos”, dice.
Sin embargo, la constructora que el Invi canalizó con la vecina elaboró un presupuesto mayor al crédito pactado, por lo que Josefina buscó una segunda opción, que resultó mucho más barata.
“Lo que nos prestaba Invi era nada comparado con el presupuesto que nos dio la constructora, teníamos que pagar casi el doble, no estuvimos de acuerdo, les dijimos que estábamos de acuerdo con el crédito, pero no con la empresa que lo iba hacer, que nos dieran la libertad de escogerlo y hacerlo por nuestra cuenta, pero no quisieron, que no era así, que el plan era ese”.
Josefina dice que la constructora presupuestó 300 mil pesos de reparaciones y 120 mil para áreas comunes. Pero fue con un ingeniero que le recomendaron que reparó su departamento con 90 mil pesos. Tras usar sus ahorros y un préstamo, Josefina regresó a habitarlo el 7 de diciembre.