Con sombrillas dan forma a la bandera LGBT+

En medio de la lluvia que cayó la mañana de este domingo sobre el Zócalo capitalino, poco más de 6 mil personas de la diversidad sexual y aliados resistieron, pues su objetivo era ser parte de una bandera LGBTTTIQ+ humana que abarcaría toda la Plaza de la Constitución.

A las 11:30 horas cientos de paraguas rojos se alzaron primero. Luego los naranjas, los amarillos, los verdes... así hasta que los seis colores del arcoíris pintaron la plancha mojada de la Plaza de la Constitución con las tonalidades con las que se identifica la comunidad.

“Estoy tan feliz de estar aquí. El baile es vida, es amor, y es lo que estamos haciendo hoy”, dijo Ramón, hombre bisexual a quien le tocó representar el verde. Bromeó con que se aprendió la coreografía “a la primera” y que era el mejor bailarín de todo el Zócalo.

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Dos horas antes de formar la bandera, la coreógrafa Talía Loaira enseñaba los pasos desde un templete. “Empezamos abriendo el paraguas”, señalaba. Aunque parecía fácil, a algunos se les cerraba el paraguas en la cara, a otros se les atoraba y no abría.

Entre los problemas técnicos, los asistentes se reían. “¡Esos de verde, ya pónganse las pilas!”, bromeaba Talía, mientras personal del Gobierno central corría a ayudarles, paraguas por paraguas.

Poco a poco, la bandera tomaba forma: primero se abrían los paraguas rojos, luego los naranjas, después los amarillos, verdes, azules y al final los morados; luego se cerraban al mismo tiempo.

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“Para mí ha sido difícil. Hoy estar aquí es muy bonito. Estoy feliz, es todo lo que puedo decir”, contó Jano, hombre homosexual, mientras seguía los pasos en la zona amarilla.

Cuando la bandera estuvo casi lista llegó la jefa de Gobierno capitalina, Clara Brugada, quien fue recibida con gritos de “¡la lucha sigue!” y “¡resistimos!”.

“Hoy la Ciudad de México decide levantar la bandera de la diversidad sexual como un símbolo, como la bandera que llama también a la paz en medio del mes de junio, del mes del orgullo. Hablar de paz es hablar de la exigencia del respeto a la otra persona, a ser como quiera ser y quien quiera ser”, afirmó desde el templete.

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Aseveró que “la Ciudad de México es y seguirá siendo la ciudad de los derechos y de las libertades”, indicó la mandataria capitalina.

Con ella y las funcionarias Ana Francis Mor y la secretaria ejecutiva de la Unidad de Atención a la Diversidad Sexual, Hilda Téllez, al frente de la bandera humana, inició la grabación oficial.

Ramón, en la fila de los verdes, y Jano, en la de los amarillos, bailaban ya sin preocuparse tanto por los pasos oficiales.

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Así, sobre la Plaza de la Constitución miles de voces cantaban: “A quién le importa lo que yo haga, a quién le importa lo que yo diga. Yo soy así, así seguiré, nunca cambiaré” y movían las sombrillas al ritmo de la música y también bailaban.

La secretaria de Cultura de la Ciudad de México, Ana Francis Mor, estimó que al menos 5 mil personas formaron esta bandera humana, la cual podría ser la más grande del mundo. “Nunca se había visto algo así. Es inédito”, dijo a EL UNIVERSAL.

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