Atiende a más de 4 mil personas trans, clínica de salud especializada en comunidad LGBT+

A 4 años de su apertura, la clínica de salud para esta comunidad tiene más de 4 mil 400 expedientes abiertos, es un espacio de empoderamiento, dicen trabajadores

Uno de los principales servicios está relacionado con la atención de endocrinología, en el proceso de transición y terapias hormonales. Foto: Hugo Salvador/ EL UNIVERSAL
Uno de los principales servicios está relacionado con la atención de endocrinología, en el proceso de transición y terapias hormonales. Foto: Hugo Salvador/ EL UNIVERSAL
Metrópoli| 22-06-25 |01:06| Actualizada |22-06-25 |01:06|

A casi cuatro años de su apertura y con más de 4 mil 400 expedientes abiertos, la Unidad de Salud Integral para Personas Trans de la se mantiene como uno de los pocos espacios “seguros” a los que personas de la comunidad pueden acercarse en busca de atención médica.

En palabras de sus trabajadores, quienes también pertenecen a la , esta clínica es un espacio donde el acceso a la salud se transforma en empoderamiento para las personas de la diversidad, donde se les garantiza un derecho humano básico: el acceso a la salud, respetando sus identidades y brindándole la oportunidad de una vida plena.

Pionera a nivel nacional, la Unidad de Salud Integral para Personas Trans ofrece desde consultas generales, atención psicológica, hasta terapia hormonal y orientación para personas de la comunidad.

Desde su apertura, esta clínica “ha tenido un gran impacto” para las personas trans, afirmó Romi Pérez, del área comunitaria de la unidad de salud, pero también en la población en general, pues considera que este lugar ha ayudado a que la sociedad en general tenga más conocimiento sobre la diversidad de género y sexual, un tema todavía pendiente.

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La “salud social” de los pacientes se atiende a través de actividades enfocadas en la creación de redes de apoyo y despejar dudas sobre identidad de género. Foto: Hugo Salvador/ EL UNIVERSAL
La “salud social” de los pacientes se atiende a través de actividades enfocadas en la creación de redes de apoyo y despejar dudas sobre identidad de género. Foto: Hugo Salvador/ EL UNIVERSAL

“El hecho de que exista (la clínica) hace que la sociedad se empiece a cuestionar más sobre lo que está pasando; a pesar de que las personas trans siempre han existido, el hecho de que haya una clínica, de que se nombre, ayuda mucho a que una persona que no está dentro de la comunidad pueda empaparse un poco más del tema o que simplemente tenga curiosidad sobre por qué existe”, destacó en entrevista con EL UNIVERSAL.

El objetivo de esta unidad, localizada en el Casco de Santo Tomás, alcaldía Miguel Hidalgo, es brindar un espacio seguro para los pacientes, con servicios gratuitos de psicología, siquiatría, nutrición, salud sexual, dermatología, entre otros.

No obstante, uno de los principales está relacionado con la atención de endocrinología, ya que aquí se atiende a personas trans —tanto binarias como no binarias— en sus procesos de transición y terapias hormonales, garantizando la ética y el respeto a su identidad.

Desde octubre de 2021 se han ofrecido 13 mil 279 consultas de terapia hormonal de afirmación de género en esta clínica. Tan sólo entre el 2 de enero y el 30 de mayo de este año se ofrecieron 3 mil 468 consultas de este tipo.

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Esta clínica es un espacio donde el acceso a la salud se transforma en empoderamiento para las personas de la diversidad, señalan sus trabajadores. Foto: Hugo Salvador/ EL UNIVERSAL
Esta clínica es un espacio donde el acceso a la salud se transforma en empoderamiento para las personas de la diversidad, señalan sus trabajadores. Foto: Hugo Salvador/ EL UNIVERSAL

“Ya sea apoyando para que lo cuenten a sus familias, para que puedan hacer su cambio de identidad, de documentación y expresar cómo se sienten a gusto, y para que puedan llevar un seguimiento médico seguro y especializado para llevar a cabo el tratamiento hormonal”, explicó Romi Pérez.

Una de las partes más importantes de la clínica, señaló, es el área comunitaria, la cual engloba la “salud social” de los pacientes, con dinámicas y actividades enfocadas en la creación de redes de apoyo, despejar dudas sobre identidad de género, además de ofrecerles un espacio para que las personas puedan desenvolverse con mayor seguridad.

“Se brindan grupos de pares que están divididos para mujeres trans, hombres trans, personas no binarias, adolescencias y familias; en cada uno de los grupos, dependiendo de quién los coordine, se llevan ciertas dinámicas, sobre todo enfocadas a crear redes de apoyo, a resolver dudas, a darles un poco más de seguridad a las personas”, detalló.

También se acercan eventos culturales, sociales o de otros servicios, como ferias de empleo, para que las personas trans que no pueden acceder con tanta facilidad en otras partes tengan un lugar donde obtenerlo.

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Mujeres trans, quienes más acuden

De acuerdo con información proporcionada a esta casa editorial, desde octubre de 2021, cuando se abrió la clínica, al 30 de mayo de este año, se abrieron un total de 4 mil 401 expedientes clínicos, distribuidos de la siguiente forma: 53% mujeres trans, 33% hombres trans, 13% personas no binarias y 1% otras identidades.

En este tiempo también se han ofrecido 8 mil 835 atenciones psicológicas, 10 mil 39 consultas de especialidad y 9 mil 441 de medicina general, así como 14 mil 946 pruebas de detección de VIH, sífilis y hepatitis B y C.

Aunque podría parecer una clínica más del sector salud, se ha convertido en un espacio seguro para muchos habitantes de la diversidad sexual, para quienes en otros contextos, el acceso a la salud ha sido negado. El enfoque de la clínica se percibe desde que los pacientes ingresan por la puerta. En la recepción, Frida, una mujer trans, amable y sonriente, da la bienvenida a quienes se registran para su acceso.

Aquí no sólo se atiende a pacientes trans, el personal médico y que brinda los servicios también pertenece a la comunidad, incentivando así la inclusión.

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Desde el patio de la clínica, Romi Pérez, del área comunitaria, advirtió que generalmente cuando una persona cisgénero (que no pertenece a la comunidad LGBT+) acude a una clínica, se le otorga atención médica porque es su derecho; sin embargo, las personas trans se enfrentan al rechazo, discriminación y negación del servicio.

Por ello, afirmó que el hecho de que exista una especialista en varios aspectos de la salud, pero que además entienda estas interseccionalidades de las personas trans, “que también tienen bajos recursos económicos, que tal vez viven muy lejos, les hace sentir que sí se les está viendo, que sí hay un espacio seguro en el que pueden desarrollarse”.

Los pacientes, subrayó, al sentirse bien en la comunidad de la clínica, tras recibir atención médica, psicológica o incluso platicar con otras personas que están pasando por lo mismo que ellos, obtienen la seguridad en sí mismos que después les permite expresarse con mayor empoderamiento ante el resto de la sociedad.

“Les da cierto empoderamiento como individuos para que puedan seguir su vida básicamente, expresarse, y que todo eso que se vive aquí se pueda pasar allá afuera; me estoy sintiendo seguro conmigo mismo, y puedo reflejar esa seguridad allá afuera, entonces me pongo a buscar trabajo, tengo un emprendimiento, les digo en mi trabajo, a mis amigos o a mi familia que ya hice mi cambio de género, te da esta sensación de seguridad que al final todas las personas merecemos: vivir plenamente y vivir feliz”, comentó.

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A la pregunta sobre los pendientes que aún tiene la sociedad hacia la comunidad trans respondió que la lista es larga.

“Para mí esta unidad trans es maravillosa, pero siento que ni siquiera tendría que existir algo especializado en personas trans, porque es algo que se debería dar en cualquier otro espacio, que tú fueras a cualquier clínica para que te atiendan bien, se necesita que la sociedad en general entienda que hay una diversidad inmensa de experiencias a nivel identidad de género y que con eso esté bien, que no se necesite más explicación.

“En ese sentido es mucho lo que la sociedad le debe, quizá no sólo a las personas trans, a los personas en general, a las personas con discapacidades, con neurodivergencias, que se adapte el mundo a las necesidades de las personas y no que las personas se adapten a lo que existe alrededor”, concluyó.

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