Toluca, Méx.— “Apenas llega septiembre y viene mucha gente a dejar veladoras aquí a la iglesia de la Virgen de la Asunción para pedir que nos proteja porque desde 2017 quedamos con miedo, ya no queremos que pase de nuevo”, sostuvo Vicente, vecino de Joquicingo, uno de los municipios del Estado de México más afectados por el sismo de 2017.
A ocho años del temblor, sus más de 20 mil pobladores lograron renacer de los escombros, ya que el movimiento telúrico de magnitud 7.1 provocó daños estructurales en más de 800 inmuebles.
“Entre todos ayudamos a quitar piedras, paredes y lo que se cayó de las calles y casas, porque fue algo feo lo que vivimos, afortunadamente ya pasó todo y el pueblo se ve, digamos, nuevo otra vez”, dijo la señora Reyna.
Lee también ¿Ocurrirá otro sismo en septiembre?; esto dicen expertos de la UNAM
Las dos iglesias más afectadas fueron la del Calvario y la Virgen de la Asunción, hoy lucen renovadas, con cúpulas nuevas, torres rehabilitadas, campanario con pintura nueva y, sobre todo, con fieles católicos que ya pueden entrar a escuchar misa.
“Esta iglesia de la Virgen de la Asunción apenas abrió sus puertas el 12 de diciembre en la festividad de la virgencita, no tiene mucho, la que abrió desde antes de septiembre del año pasado fue la del Calvario”, comentó Vicente.
Las 2 mil casas que reportaron un deterioro fueron rehabilitadas a través de los apoyos dispersados en los municipios con más afectaciones por el sismo.

Lee también Reconstrucción de patrimonio: faltan inmuebles por concluir en 4 entidades
“Tardaron en llegar los apoyos, pero de que se entregaron, se entregaron, porque sí hubo muchas casas que se tiraron y ya ahorita están de pie y sus familias siguen viviendo ahí”, señaló la señora Reyna.
La secundaria Filiberto Navas Valdés fue de las primeras instituciones educativas en ser rehabilitadas, actualmente las clases se imparten de manera normal.
Desde las escalinatas del Calvario se puede ver la diferencia entre la pintura nueva de las casas que fueron rehabilitadas y la de aquellas que llevan años de pie y que el sismo no les hizo nada.
Lee también Simulacro Nacional 2025: Checklist para estar preparado ante cualquier emergencia
“Uno ya sabe cuáles son las casas, digamos, nuevas porque se ve en sus fachadas y pintura, las viejas o las que ya tienen mucho tiempo, pues se ve su pintura desgastada”, indicó uno de los vecinos.
El tiempo ha pasado en Joquicingo, un pueblo que supo hacerle frente a los estragos del sismo del 19 de septiembre de 2017; sin embargo, comentan que de repetirse sólo podrían encomendarse a sus santos porque el miedo no se ha ido.