Las frutas, al igual que las verduras, son una parte fundamental de la alimentación de las personas—y algunos animales. Gran parte de estas, además de ser agradables al paladar, son ricas en vitaminas y ayudan a mantener nuestra salud.

Hoy en queremos hablarte de una de las más refrescantes de todas: la sandía. Además, tiene muchos beneficios.

125 gramos de sandía contienen tan solo 64 calorías. Foto: Unsplash.
125 gramos de sandía contienen tan solo 64 calorías. Foto: Unsplash.

¿Por qué comer sandía en verano?

Cuando las temperaturas se elevan, es común que nuestro consumo de agua también lo haga; después de todo, el cuerpo necesita mantenerse hidratado para funcionar correctamente. Sin embargo, hidratarse no necesariamente implica beber litro tras litro de agua.

De acuerdo con la Dra. Tamara Hew-Butler, experta en medicina deportiva en la Universidad Estatal de Wayne, el cuerpo humano es capaz de identificar y sintetizar moléculas de agua independientemente de la fuente. Las frutas jugosas como el pepino, el melón, y la sandía, son consideradas fuentes de hidratación perfectamente aceptables—¡además de deliciosas! Y el 90% de la sandía es solo agua, así que para nada vas a romper la dieta.

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¿La sandía solo contiene agua?

Pese a que mantenerse hidratado es de suma importancia, comer sandía tiene muchos otros beneficios. Además de ser baja en calorías y no contener tantos azúcares como otras frutas, la sandía es rica en vitaminas, antioxidantes, y minerales. De hecho, el Consejo Internacional de Información sobre Alimentos recomienda ampliamente incluir una taza de sandía al día en la dieta diaria.

La sandía está compuesta en un 90% por agua. Foto: Pexels.
La sandía está compuesta en un 90% por agua. Foto: Pexels.

Se trata de una fruta tan sana que una taza (125 g) contiene 0 mg de colesterol y tan solo 45.6 calorías. ¡Ideal para refrescarte después de hacer ejercicio! Es esta misma porción se encuentran también 12.3 mg de vitamina C, 170 mg de potasio, 10 mg de calcio, e incluso 6’890 microgramos de licopeno—un antioxidante que ayuda a mejorar la salud cardiovascular.

Así que la próxima vez que sientas antojo de algo fresco, y hasta dulce, no dudes en servirte un bowl de sandía y disfrutar de todos sus beneficios. ¡Y la mejor parte es que nada se desperdicia!

¿Se pueden comer las semillas de la sandía?

Si eres de las personas que suele desechar las semillas de la sandía, puede que te sorprenda saber que son aptas para consumo. ¡Así es, también puedes comer las semillas! Y, al igual que el resto de la sandía, tienen algunos beneficios que no querrás pasar por alto.

De acuerdo con la Academia de Nutrición y Dietética de EE.UU, las semillas de la sandía son ricas en magnesio. Su consumo ayuda producir energía, la síntesis de proteínas, y hasta a regular la presión arterial. Contienen también ácido fólico y son una gran fuente de ácidos grasos mono y polisaturados que ayudan disminuir los niveles de colesterol en la sangre. La mejor parte es que puedes consumirlas directo de la sandía o secarlas y disfrutarlas como si fuesen semillas de calabaza.

Las semillas de la sandía tienen un alto contenido de magnesio. Foto: Pixabay.
Las semillas de la sandía tienen un alto contenido de magnesio. Foto: Pixabay.

¿Cuánta sandía se recomienda comer al día?

Pese a todos sus beneficios, comer sandía en exceso podría no ser tan sano como parece. El consumo diario recomendado de sandía es de una o dos tazas; aunque más de uno se ha sentido tentado a comer una sandía entera en una tarde calurosa.

La razón es bastante simple. La sandía contiene azúcares de cadena corta, mismo que no siempre son fáciles de digerir para ciertas personas por lo que podrías sentirte inflamado y con malestar estomacal si consumes una gran cantidad de esta deliciosa fruta. ¡Así que todo con medida!

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