León.— María Luisa Núñez quedó atrapada con su bebé de nueve meses en la carretera de cuota León-Aguascalientes. “Ha sido mucho estrés”, dijo angustiada y con un biberón en la mano.
A unos metros de la caseta de cobro de la autopista, en las cercanías de la Central de Abastos de León, la madre, de 19 años, comentó que se le agotaron los pañales y se quedó sin agua para preparar la fórmula de la niña.
Después de más de 30 horas varada, descendió del autobús tipo turismo que abordó en Puebla con destino a Guadalajara, en donde tiene su casa, para conseguir productos para alimentar a la bebé; al acercarse a un tractor, un campesino le donó un paquete con seis botellitas de agua.
“Es agüita, me la regalaron, les dije que ya no tenía para la leche de la bebé y pues le di la última leche, y ahorita nos van a traer más”, comentó María Luisa.
“¡Ay, pasamos toda la noche mal!, un ‘frillazo’ y nosotros sin prepararnos con cobijas ni nada”, aseveró. Dijo que lo que más les preocupa es que llevan niños.
Agricultores también se trasladaron a la zona urbana a comprar pañales, y otros llevaron canastos con bolillos y piezas de pan que regalaron a las personas afectadas por el cierre.
Como María Luisa, múltiples familias, turistas, peregrinos y cientos de traileros se quedaron atorados en las carreteras federales de Guanajuato, tomadas por hombres del campo que reclaman precios justos para el maíz y el sorgo.
Del Cervantino al bloqueo
Jason viajó a Guanajuato para asistir al concierto de la banda África Express, en la clausura del Festival Internacional Cervantino, pero su retorno a la Ciudad de México se complicó; el camión de la línea ETN se quedó en fila entre decenas de vehículos frenados por el bloqueo con tractores en la carretera Guanajuato-Irapuato.
Tenía previsto llegar la noche del lunes a la capital del país, pero su recorrido fue interrumpido poco después de que abordó el camión. Jason pasó el día y la noche en el autobús, sólo bajaba para estirar los pies; sus vecinos hacían lo mismo, también fumaban un cigarrillo o tomaban refresco. Hasta antes del mediodía de este martes lograron continuar su viaje.

Lee también Africa Express clausuró el Festival Internacional Cervantino
Son cientos o miles de vehículos, sobre todo camiones de carga, detenidos; algunas personas se bajaron de los camiones y pidieron mototaxis de aplicación para salir de la zona; otros, como una pareja de asiáticos, tomaron su maleta y se fueron caminando a Guanajuato, pero volvieron al poco tiempo.
En su camión iban 15 personas, de 30 a 70 años de edad; el conductor mantuvo el camión prendido para que tuvieran luz y pudieran cargar los teléfonos, lo que les permitió estar comunicados con sus familias.
En la noche y por la mañana se acercaron jóvenes a vender galletas, aguas, refrescos, café y tortas, a 25 pesos, excepto la torta de carnitas, que era de 65 pesos.
También había tacos, agua natural y de sabor naranja sin costo que ofrecían los señores que permanecían en protestas.
Jason pasó más de 20 horas en el bloqueo, hasta que un vehículo lo trasladó para abordar otro transporte a la Ciudad de México.
Durante el tiempo que permaneció en ese lugar habló con algunos agricultores: le explicaron que ellos piden precio de garantía de 7 mil 200 pesos la tonelada para el maíz, mientras que el gobierno ofrece 6 mil 50; los productores señalaron que no pueden aceptar esa oferta porque ellos tienen deudas que pagar.
El joven turista dijo que percibió que la mayoría de las personas varadas estaban de acuerdo con la causa de los agricultores para obtener un precio justo por sus productos, y criticaban que el gobierno no se apresurara a resolver el problema, que los tenía varados.
Jason comentó que también se generó mucha molestia entre los pasajeros porque la línea de autobús les vendió los pasajes del camión sabiendo que la carretera estaba colapsada; sin embargo, dijo que también se lleva lo positivo de los agricultores, que tuvieron la atención de darles ayuda.
Noticias según tus intereses
[Publicidad]
[Publicidad]












