Zapopan.— La calle Paseo de los Manzanos, en Lomas de Tabachines, , se ha convertido en una trampa para sus habitantes; desde el pasado 15 de julio, cuando ocurrió la primera , cada vez que llueve en esta colonia, que creció a los márgenes de dos arroyos y entre pequeñas hondonadas, todos comienzan a monitorear el nivel del agua y a enviar alertas por los grupos de vecinos en WhatsApp.

La tarde del pasado lunes 29 de septiembre se materializó el temor que tenían de volver a perderlo todo a causa del agua: la tormenta fue intensa, trajo vientos y granizo.

Las calles empinadas y las escalinatas de los callejones se convirtieron en ríos, el Arroyo Seco derribó uno de los muros que intentan contenerlo y el agua se derramó hacia las partes bajas.

Lee también:

Al final de la calle Paseo de los Manzanos, a unos metros de su punto más profundo, se levanta un paredón de casi siete metros de altura construido hace más de 20 años por autoridades municipales para dar continuidad a la calle Paseo de los Huejotes, una de las más transitadas de la zona; los vecinos la conocen como “el puente”, pero es la cortina de la pequeña presa en que se ha convertido esa zona de Zapopan.

“Lo perdimos todo otra vez”

María Sanjuana vive con su familia en la parte más baja de la calle, recuerda que comenzó a llover como a las cinco de la tarde de forma intensa; primero el agua alcanzó el nivel de la banqueta, luego comenzó a subir por los primeros escalones de la puerta de su casa, que se eleva a unos 80 centímetros de la banqueta, y cuando de plano irrumpió en la vivienda decidieron salir, subir por las escaleras del callejón contiguo y alcanzar una parte alta para esperar a que pasara la lluvia.

“Lo perdimos todo otra vez, ya nos había pasado el pasado 15 de julio, todo lo que compramos se echó a perder. ¿Qué más le puedo decir?”, relata la mujer mientras limpia una mesa de plástico para improvisar un pequeño comedor para su familia en la calle lodosa.

En menos de 40 minutos el agua había tapado por completo las casas de la zona más baja.

Lee también:

Desde segundos pisos de las viviendas o desde las casas ubicadas en la parte alta, los vecinos comenzaron a grabar videos para compartirlos en redes sociales; algunos vehículos flotaban a la deriva y había personas atrapadas en las azoteas.

Policías y elementos de Protección Civil del municipio llegaron cerca de las seis de la tarde y aunque llevaban una pequeña embarcación de rescate, decidieron no entrar con ella debido a la fuerza con la que bajaba la corriente; un par de horas más tarde el nivel del agua comenzó a ceder y se logró auxiliar a 96 personas (78 adultos y 18 menores de edad).

Alrededor de las 10 de la noche el nivel del agua permitió iniciar los trabajos de limpieza en el interior de las casas y la calle comenzó a llenarse de montículos en los que colchones, ropa, sillones, camas, refrigeradores, lavadoras y otros objetos se apilaban entre el lodo.

Lee también:

Mal augurio

El alcalde de Zapopan, Juan José Frangié, llegó a la zona a las seis de la mañana de ayer martes. Rodeado de funcionarios recorrió algunas calles donde elementos de la Guardia Nacional apoyaban el trabajo de limpieza, habló con algunos vecinos y prometió ayuda económica para recuperar —de nuevo— el menaje de las casas afectadas.

Después dio a conocer el recuento preliminar de daños y el mal augurio: “Hasta ahorita son 37 casas, cuatro de ellas con problemas estructurales, se va a apoyar con menaje y con dinero en efectivo, pero hay que ser conscientes de que esta zona va a seguir siendo de alto riesgo, porque si ya nos sucedió en julio, nos puede volver a suceder en cualquier momento; estamos arriba de un río, por más que se le invierta recursos esta va a seguir siendo una zona de alto riesgo”, advirtió.

Marisol Moreno vive en una de las partes altas de la calle y afirma que pese a que la lluvia del pasado lunes fue más intensa que la del 15 de julio, hubo menos daños porque el agua se fue más rápido esta vez.

Lee también:

En aquella ocasión el saldo oficial fue de 144 casas afectadas, además murió un niño por el colapso de una barda y una joven desapareció arrastrada por la corriente.

“Sí, ya sabemos que vivimos sobre un arroyo, está bien, pero yo creo que sí hay soluciones; para empezar, que dejen de enviar el agua de las colonias que están más arriba, porque solucionan lo que pasa allá pero echan el agua para acá. Además, con lo poco que hicieron después de la inundación de julio, el agua bajó más rápido, y también pueden hacer algo para que el puente no detenga el agua aquí y le permita correr, pero dicen que lo que van a hacer lo van a empezar hasta enero y todavía no acaba el temporal”, señalo Marisol.

Únete a nuestro canal ¡EL UNIVERSAL ya está en Whatsapp!, desde tu dispositivo móvil entérate de las noticias más relevantes del día, artículos de opinión, entretenimiento, tendencias y más.

Google News

TEMAS RELACIONADOS

Noticias según tus intereses