Apatzingán, Michoacán.- Familiares, amigos, productores y trabajadores en los campos de limón, le dieron el último adiós al presidente de la Asociación de Citricultores del Valle de Apatzingán, Bernardo Bravo, con una misa de cuerpo presente en la Catedral de esta ciudad de la Tierra Caliente.
Lo que al principio fue un recinto religioso con poca asistencia, poco a poco se pobló de seres queridos y agremiados de la ACVA y jornaleros.
En la homilía, el sacerdote que presidió la misa, señaló enfático que es hora de cortar esa cadena de violencia que azota a la sociedad.
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“No se debe pagar con la misma moneda, porque la violencia genera más violencia y es un tema que nunca se acabaría. Yo entiendo que tenemos coraje y que puede ser el tiempo de hacer o de decir muchas cosas, pero eso no soluciona nada esa parte”.
Lo anterior, en alusión a la manera con saña en la que fue asesinado el líder limonero y a los tiempos de violencia que vive esa y otras zonas de la entidad.
El religioso, expuso que lo mejor para estos tiempos es cambiar las cosas desde la familia e inculcar valores humanos y cristianos.

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“Por eso, les hago la invitación a todos, a no pagar con la misma moneda”, reiteró el sacerdote, ante el enojo y dolor de quienes acompañaron al empresario agricultor muerto.
Al término de la misa, el cuerpo de Bernardo Bravo, ya es trasladado a la ciudad de Morelia, donde serán velados y sepultados sus restos.
aov
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