
Más Información
Mucho antes de existiera Peso Pluma, Carin León, Natanael Cano o Cristian Nodal, quien marcaba la pauta en lo que hoy se conoce como regional mexicano era el llamado “Rey del acordeón”, Ramón Ayala, quien en la actualidad es considerado una leyenda de la música norteña.
Pero este ídolo, que desde 1959 está arriba del escenario, ha decidido retirarse, es por eso que ha iniciado la gira "Historia Final", con la cual está recorriendo parte de Estados Unidos y todo México, y el turno de la capital fue la noche de ayer, cuando se presentó en la Arena Ciudad de México.
Este concierto de despedida, cuyo horario de inicio estaba pactada a las 21 horas, tuvo un retraso de casi una hora, la gente comenzaba a desesperarse por lo que los chiflidos y gritos comenzaron a escucharse.
Lee también: Carín León derriba prejuicios en el regional
Pero después de ver movimiento detrás del escenario, Los Bravos del Norte, la agrupación qué acompaña a Ramón Ayala desde 1971, subió al escenario después de una impresionante presentación.
La gente se puso de pie para recibirlo, entonces el “Rey del acordeón” se disculpó por haber llegado tarde, pero prometió que esta noche se iría tarde hasta cantar todos sus éxitos.
Sentado a la mitad del escenario, con su inseparable acordeón, Ramón Ayala arrancó con "Mujer paseada", y siguió con "Puño de tierra", "Baraja de oro" y "Hay que pegarle a la mujer".
Lee también: Tito Double P en el Palacio de los Deportes, una estruendosa fiesta de regional mexicano
La música de Ramón Ayala no está hecha para escucharse sentados, es por eso que la gran mayoría del público ya se encontraba de pie, bailando sólo o en pareja en los pasillos o en su lugar.
Las mujeres tuvieron canciones dedicadas a ellas, como Chaparra de mi amor. Hay temas que no pueden faltar en un concierto de Ramón Ayala, y uno de ellos es Las casas de madera, cuya letra resonó por toda la Arena, porque la gente la cantó de principio a fin.
“Ahora vamos a cantar una de las viejas, yo sé que se van a acordar”, dijo el ídolo y comenzó con los primeros acordes de acordeón de Seis pies abajo.
Lee también: El regreso de Oasis: Ha muerto el rencor, sobrevive la música
Ramón Ayala anunció que vendría un homenaje a Cornelio Reyna, con quien trabajó a finales de los 60 en el dúo Los Relámpagos del Norte, y lo haría acompañado del Mariachi Los Reyes, entonces sonaron temas como "Me sacaron del Tenampa", "Me caí de la nube", "Te caíste del cielo", "Te vas ángel mío", y "Rinconcito en el cielo".
“En particular a mí me gusta mucho esta canción, así que ahora me voy a dar el gusto, con esta canción conocí a mi vieja y ahora llevamos 56 años de casados”, dijo Ayala y entonces interpretó "Mi tesoro", y las parejas no perdieron la oportunidad de bailar abrazadas.
"Tristes recuerdos" y "Dos monedas" fueron interpretadas antes de que Ramón Ayala y Los Bravos del Norte expresarán que estaban llegando al final del show, así que tocaron "Que me entierren cantando", pero la gente no dejaba ir a esta leyenda de la música norteña y él decidió cantar éxitos como "Mi golondrina", "Vestida de color de rosa", "Mi piquito de oro" y "Que me lleve el diablo", las cuales fueron coreadas por las 10 mil personas presentes y que le regalaron a este artista, una noche inolvidable.
melc
Noticias según tus intereses
ViveUSA
Interactivos


Carpetazo, a indagatorias contra Alito y Calderón

La simulación perfecta

Investigado por lavado del narco defrauda en Oaxaca

SFP da “carpetazo” al 92% de denuncias contra superdelegados

Jueces sin castigo: Las fallas de un sistema negligente

Aún está en obra y ya hay plagas y grietas en la nueva sede del Archivo General Agrario
