Desde casas embrujadas hasta muñecas poseídas, los casos de han aterrorizado a generaciones enteras; incluso, se convirtieron en la inspiración de una de las franquicias más escalofriantes y taquilleras del cine: "

Mientras recorrían Estados Unidos y algunas ciudades de Europa documentando fenómenos que desafiaban toda explicación científica; esta pareja construyó un verdadero archivo de lo inexplicable que hoy, con la cuarta entrega de la saga a punto de estrenarse ("El Conjuro: últimos ritos"), vuelve a poner los ojos del mundo en él.

Pero más allá de Hollywood y las salas de cine, hay una pregunta que salta cuando hablamos de los Warren ¿quiénes fueron realmente, y cómo pasaron de investigadores discretos a protagonistas de terror?

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La historia de Ed y Lorraine Warren

Antes de ser interpretados Vera Farmiga y Patrick Wilson, este matrimonio tuvo una vida "normal".

Él nació en 1926 en Bridgeport, Connecticut, en una familia común. La única diferencia es que, desde pequeño, Ed aseguraba haber tenido experiencias con fantasmas en la casa donde creció. Se convirtió en pintor y comenzó a retratar mansiones embrujadas, lo que lo llevó a visitar esos lugares y a interesarse cada vez más en el mundo paranormal.

Lorraine por su parte, decía tener habilidades psíquicas y la capacidad de comunicarse con los muertos desde niña.

Se conocieron siendo adolescentes y pronto unieron sus caminos no solo como pareja sentimental, sino como demonólogos. Se casaron en 1945 y, tras la Segunda Guerra Mundial, comenzaron a recorrer el país para estudiar casos sobrenaturales.

En 1952 fundaron la New England Society for Psychic Research, la primera organización dedicada a investigar fenómenos paranormales en Estados Unidos. Su casa en Monroe, Connecticut, se convirtió en un museo del ocultismo, donde guardaban objetos que, según ellos, estaban malditos: desde estatuas hasta espejos y, por supuesto, la célebre muñeca Annabelle.

La pareja es el centro de una de las franquicias más exitosas del cine. Foto: Redes sociales.
La pareja es el centro de una de las franquicias más exitosas del cine. Foto: Redes sociales.

Sus casos más famosos

La fama de los Warren se cimentó gracias a una serie de expedientes que Hollywood retomaría décadas después.

El caso de Annabelle: quizás el objeto más famoso de su museo. Una muñeca Raggedy Ann que, según dos enfermeras, se movía sola y emitía mensajes extraños. Los Warren aseguraban que estaba poseída por un demonio y la encerraron en una vitrina de cristal bendecida.

La casa de Amityville: tras el asesinato de la familia DeFeo en Nueva York, los nuevos inquilinos, los Lutz, afirmaron sufrir fenómenos paranormales. Los Warren acudieron a investigar y difundieron relatos de apariciones demoníacas. El caso se convirtió en libro y película, y hasta hoy es uno de los más controvertidos.

La posesión de Enfield: en Inglaterra, dos niñas dijeron ser víctimas de una entidad que las atacaba por las noches. Fotos de supuestas “levitaciones” dieron la vuelta al mundo, y los Warren viajaron para documentar el fenómeno. Décadas después, la historia inspiró a "El Conjuro 2".

El juicio de Arne Johnson: en 1981, este joven mató a su casero y su defensa alegó que fue obligado por un demonio. Este el primer caso en Estados Unidos donde se intentó usar esta una posesión como alegato, y los Warren estuvieron en el centro de la controversia.

Otros casos, como la familia Snedeker (base de The Haunting in Connecticut), reforzaron la reputación de los Warren como “demonólogos” y expertos en lo inexplicable.

¿Demonólogos reconocidos o fraude?

Pero no todo en la vida de los Warren fue reconocimiento. Junto con la fama llegaron las críticas y las acusaciones de fraude.

Diversos periodistas y escépticos señalaron que los Warren fabricaban evidencia o exageraban los fenómenos para obtener notoriedad. En el caso de Amityville, el periodista Rick Osuna aseguró que todo fue un montaje entre los Lutz y los Warren para vender libros y derechos cinematográficos.

El escritor Gerald Brittle, que colaboró con ellos en el libro "The Demonologist", enfrentó acusaciones de haber inflado testimonios e inventado escenas. Además, antiguos asistentes de los Warren revelaron que muchos objetos del museo del ocultismo no provenían de investigaciones, sino de compras hechas en tiendas de antigüedades.

Organizaciones como el Comité para la Investigación Escéptica catalogaron sus casos como "engaños mediáticos”, mientras que expertos en criminología sostuvieron que su intervención en procesos judiciales era irresponsable y sin fundamento.

Una de las pruebas mas fuertes en contra del excéntrico matrimonio es el documental de, "Juicio al diablo", donde testigos del caso de Arne Johnson desmienten la versión del que el diablo fue el culpable del asesinato.

El Conjuro 4 cierra la historia de los Warren en el cine. Foto: IMDB.
El Conjuro 4 cierra la historia de los Warren en el cine. Foto: IMDB.

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