
Luis Gerardo Méndez se ha puesto en los zapatos de mucha gente, pero ahora había que entrar en la mente de una artista, cuya salud mental estuvo expuesta: Leonora Carrigton.
Y para comprenderla mejor, el actor se convirtió en su psiquiatra y en su galerista, dos de los tres hombres más importantes en la vida de la artista inglesa.
También haría el rol del papá pero finalmente se quedó con estos dos personajes en Leonora.
“Me pareció interesante hacer varios personajes. Cuando me di cuenta de que no era una ocurrencia, sino para que el espectador pudiera estar de manera muy sutil en los zapatos de Leonora, porque estos hombres están en la vida de Carrington, diciéndole qué hacer, cómo tiene que pintar sus cuadros, cómo ser femenina, y para mí era increíble que hubiese personas diciéndole algo así a una de las mentes más brillantes que ha estado en este país”, comenta Luis Gerardo.
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El rodaje de Leonora, que se estrena el 4 de septiembre en salas mexicanas, se realizó durante 29 días en locaciones de Francia, Alemania y México, siempre con la idea de poner en pantalla a una mujer autosuficiente, aunque todo alrededor de ella fuera una tragedia.
“Es una figura del surrealismo, pero tuvo que ir en contra de lo establecido de ese mismo movimiento que estaba liderado por hombres, cada cuadro (del largometraje) es como un homenaje a las pinturas de Leonora, ojalá y sirva para que la gente quiera saber más de su obra”, considera Méndez sobre el filme coproducido por México, Alemania, Reino Unido y Rumanía.
La película está basada en la novela homónima de Elena Poniatowska, donde se descubre a una mujer fuerte y revolucionaria a mediados del siglo pasado.
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La actriz inglesa Olivia Vinall, quien estuvo recientemente en el Festival Internacional de Cine de Guadalajara, interpreta a Carrington, mientras que la actriz mexicana Cassandra Ciangherotti da vida a su mejor amiga: Remedios Varo.
“Me ponía nerviosa interpretarla, habla muchos idiomas (inglés, francés y español) y se logró, pudimos mostrar sus relaciones, lo que ella y otras mujeres estaban pensando cuando estaba pasando por muchas cosas y en donde hay mucho dolor”, dijo Vinall en ese momento.
Cassandra comenta que, al no haber mucho material de Remedios Varo, hasta ocupó el signo zodiacal de la artista, en este caso sagitariana, para moldear su personalidad.
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“Mi proceso fue un poco de imaginación”, cuenta por su parte Cassandra, “me basé en su signo, sé que es sagitariana y seguramente influía eso mucho en su carácter optimista, le daba una sensualidad en la época, rompía corazones y estaba muy alejada de su familia porque salió de España. Era más grande que Leonora, así que yo pensé que había un instinto maternal hacia ella, aunque mi director odiaba eso”.
La historia, a cargo de los directores alemanes Thor Klein y Lena Vurma, inicia con Carrington (Clayton Green, Reino Unido 1917-Ciudad de México 2011), llegando a Xilitla (San Luis Potosí), donde Edward James está construyendo el jardín surrealista que ahora es sello del lugar.
La pintora es una de las artistas surrealistas de las más conocidas en todo el orbe, gracias a obras como Autorretrato (la posada del caballo del alba), El baño de los pájaros y El adivino.
Carrington llegó a tierras nacionales durante la Segunda Guerra Mundial, luego de haber huido de Francia tras la detención del también surrealista alemán Max Ernst, quien fue su pareja y luego de ser recluida en un hospital psiquiátrico de España, tras un ataque sexual, y donde recibía como tratamiento choques eléctricos.
“Es una vida trágica la que tiene, difícil, pero fue muy resiliente”, comenta Klein.