La proyección especial de "" en el Palacio de Bellas Artes hizo historia en el cine mexicano, no solo porque celebró a una de las películas más exitosas de nuestro país, sino porque terminó con la enemistad entre y .

La noticia fue dada a conocer por el propio director, minutos antes de la función, durante el discurso que dio a los medios y al público para rendir homenaje a su antiguo compañero de viaje, a quien volvió a llamar "hermano".

“Hace 20 años hubo una fractura, una separación dolorosa. Pero esta coyuntura del aniversario ha sido el marco perfecto para reencontrar ese cariño profundo que siempre compartimos. En un mundo lleno de odio e intolerancia, hemos decidido reconstruir esa hermandad. Quiero que le demos un aplauso enorme a mi hermano, Guillermo Arriaga”, dijo.

El público se puso de pie. Arriaga subió al escenario conmovido, y sus palabras sellaron el reencuentro.

“En momentos de vida profunda siempre hay posibilidad de reconciliación. Es hermoso que este señor y yo estemos juntos de nuevo, como lo que siempre fuimos: hermanos”.

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Más tarde, en un comunicado que ambos firmaron, lmaros creadores reconocieron que, además del aniversario de la cinta, sus familias y círculos cercanos tuvieron mucho que ver en esta reconciliación:

"Hoy pesan más las voces de nuestras familias y las de la gente que nos quiere, que nos impulsaron a reconocer la valía del afecto perdido entre nosotros y que hemos decidido recuperar".

Asimismo, expresaron su deseo porque el paso que acaban de dar pueda servir de inspiración en un mundo en el que los conflictos son parte de nuestro día a día.

La reconciliación cierra un capítulo que se abrió de forma pública a mediados de los 2000, cuando las diferencias creativas y de créditos marcaron su relación.

Como dupla, crearon “Amores perros”, “21 gramos” y “Babel”, cintas que los catapultaron a la fama internacional; sin embargo, desacuerdos sobre el proceso creativo los distanciaron hasta el punto de evitar coincidir en un mismo espacio durante años.

Por separado, Iñárritu se convirtió en uno de los directores mexicanos más importantes. Con tres premios Oscar en su carrera y títulos como "El renacido", "Birdman" y "Biutiful".

Por su parte, Guillermo Arriaga dio el salto de guionista a director en 2008, con la cinta "The Burning Plain", protagonizada por Jennifer Lawrence, uno de los primeros trabajos de la actriz en Hollywood.

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