Este partido clave, pero las imponderables del futbol le terminaron pasando factura a un equipo que sigue jugando con fuego al dejar valiosos puntos en el camino.

Los Pumas sufrieron una derrota (3-1), que no tenían presupuestada, ante el FC Juárez en el estadio Olímpico Benito Juárez. Adiós a su racha invicta de siete partidos sin perder.

A diferencia de lo que está acostumbrado el equipo de Efraín Juárez, contra los Bravos no pudo ser incisivo y se quedó sin generar peligro en la portería de Sebastián Jurado.

Aunque, el marcador fue mucho castigo para los universitarios, quienes tuvieron que jugar con un futbolista menos durante media hora y que se vieron afectados por la invalidación de una anotación.

Temprano en el partido, los Bravos se adelantaron en el marcador, gracias a que el colombiano Óscar Estupiñán estuvo atento dentro del área de Keylor Navas y no desperdició su oportunidad de marcar (13').

El conjunto auriazul tardó en reaccionar y, hasta la segunda parte, pudo tener una acción clara sobre la portería fronteriza.

Adalberto Carrasquilla ingresó en el área de los Bravos y, con la calidad que lo caracteriza, consiguió la paridad, pero el VAR determinó invalidar su anotación, por una supuesta falta sobre el defensor.

Sin embargo, el ímpetu de los Pumas no decayó y buscaron anotar, rápidamente. A diferencia de la jugada anterior, el peligro fue generado por el sector derecho.

Pablo Bennevendo mandó un preciso centro que Guillermo Martínez aprovechó y remató, de gran manera, con la cabeza para mandar el balón a guardar (58'). Cuarto gol del Memote en el Apertura 2025.

En el minuto 67 llegó el momento clave del partido, José Caicedo se equivocó y recibió una segunda tarjeta amarilla, por lo que se tuvo que ir al vestidor antes de tiempo.

Una jugada después, el FC Juárez recuperó la ventaja. En la jugada del tiro libre provocado por la falta del centrocampista colombiano, Rodolfo Pizarro apareció completamente solo y remató el centro correctamente (68'). Keylor Navas nada pudo hacer en el remate.

Efraín Juárez buscó soluciones desde la banca, pero el jugar con uno menos fue la sentencia de su equipo.

Ya en la parte final, los Bravos le pusieron el último clavo al ataúd auriazul, cortesía de Guilherme Castilho.

Los Pumas se tambalean en los puestos del Play-In y, ahora, tendrán que pensar en el América. El Clásico Capitalino debe ser imperdible para este equipo.

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