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En palabras de la cantante María Luisa Tamez, este galardón que reconoce sus 45 años de trayectoria es el recuento de muchas vicisitudes y situaciones tremendas que enfrentan las mujeres, y se refirió, en particular, a los retos de ser madre y cantante a la vez.
Recordó que haber pasado tanto tiempo de su infancia en el Palacio de Bellas Artes y el haber crecido en una familia de cantantes, la marcó para toda la vida: “Y en estos dos días que he tenido tantas entrevistas, he hecho hincapié en las nuevas generaciones, en que lleven a los niños al teatro, a ver el ballet, a ver a la Sinfónica. A mí me cambió la vida, me volvió un ser diferente. Le aporta a uno una sensibilidad y lo ayuda a llevar mejor la vida. Todos nos caemos, todos tenemos crisis. Sí, pero de ese talento el artista saca la fuerza para no sucumbir, para no deprimirse, para salir adelante de las cosas y las situaciones terribles. Aquí crecí, jugué. En este momento estoy honrando también a los técnicos”.
“Todo cantante debería experimentar pisar un escenario”: María Luisa Tamez, mezzosoprano
Tamez dedicó el premio también a sus padres y, con una anécdota sobre su madre, habló de cómo los hechos que quedan en la memoria de la gente, la huella que se deja, la determina la calidad humana. Cuando ella era niña, hubo una cafetería en el segundo piso del Palacio. Los bailarines desayunaban allí, apurados, en los intermedios. Cuando la cafetería cerró, su madre, Luz Maria Tamez, quien trabajó en el Coro del Ballet Folklórico, les llevó cafeteras, teteras y sándwiches.
En el presídium estuvo la directora del INBAL Alejandra de la Paz, el promotor cultural Erick Zermeño, la chelista y musicóloga Iracema de Andrade y el coordinador de Música y Ópera José María Serralde. Al final de la ceremonia, junto al pianista Sergio Vázquez, Tamez interpretó Nunca digas, de Jorge del Moral, y Mi corazón se abre a tu voz, de Camille Saint-Saëns.
“En este momento, verdaderamente me siento muy emocionada. He estado más nerviosa esta última semana que cuando canto cualquier ópera de cuatro o cinco actos”, dijo la mezzosoprano María Luisa Tamez (Ciudad de México, 1958) durante la entrega de la Medalla Bellas Artes 2025 en Música, en una ceremonia que se llevó a cabo en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes.
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