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No solo gran dibujante, paisajista y autor de joyas del arte mexicano moderno como Cardón de Oaxaca (1909), Árbol de la noche triste (1910), y Valle de México desde el cerro del Tepeyac (1908), sino también un dedicado botánico, naturalista y estudioso de la flora del Valle de México, el pintor José María Velasco (Temascalcingo, 1840-1912) tiene hoy un nuevo rostro que revela aspectos íntimos de su vida profesional dedicada a la botánica: la exhibición El jardín de Velasco, en el Museo Kaluz (Hidalgo 85), que tiene como núcleo central de la exposición el archivo personal del reconocido artista.
Este archivo, hasta ahora inédito, conformado por más de 2 mil 500 piezas como pinturas, libretas, bocetos, cartas de su puño y letra, manuscritos, libros e incluso objetos personales revelan al creador desde un enfoque científico, botánico y hasta íntimo.
De esas 2 mil 500 piezas, 160 fueron seleccionadas para El jardín de Velasco, como una primera aproximación y muestra a un trabajo de largo aliento para investigar este archivo, que hasta 2023 estuvo en manos de la bisnieta del artista, María Elena Altamirano Piolla, y que pasó al Museo Kaluz mediante un proceso de adquisición, reveló a EL UNIVERSAL Paulina de la Paz Egea, cocuradora de la muestra.

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En total, la exposición se conforma por 400 piezas de 12 colecciones públicas y 12 privadas, distribuidas en mil metros cuadrados en el primer piso del recinto, en el que se incluyeron elementos interactivos y instrumentos de mediación, para que el público conozca al artista más allá de sus famosas pinturas y descubra que una de sus pasiones en vida fue el estudio de la naturaleza.
De su colección personal destacan nueve libretas de pequeño formato, en las que Velasco hizo bocetos de plantas y flores, además de otros apuntes sobre botánica, de las que se seleccionaron siete de éstas para la exposición, las cuales están digitalizadas para que el público visualice cada una de las páginas de este acervo personal.
“La exposición presenta siete de los nueve cuadernos que contienen su colección, no se habían presentado antes, eran desconocidos, y revelan todo este trabajo en torno a la botánica en particular, que es lo que aborda esta exposición en general. Y todo esto junto, el hecho de investigar esta enorme colección, nos permite hacer esta nueva reinterpretación de la pintura del siglo XIX”, señala Omar Olivares Sandoval, el curador de la muestra.

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Olivares explica que si bien en las grandes obras de Velasco se puede ver su estudio de la naturaleza, ya que creó una serie de pinturas y dibujos donde la flora es el elemento central, lo interesante de conocer sus bocetos es tener mayor conocimiento de sus procesos artísticos.
“Podemos acercarnos a cómo fueron construidos sus importantes trabajos a través de la serie de bocetos”, agrega, y añade que El jardín de Velasco es la primera muestra que recopila a gran escala el estudio del creador sobre naturaleza y flora de la Cuenca de México.
Otra de las joyas destacadas de la exposición es un autorretrato, hecho a lápiz, de Velasco, el cual abre la exposición. Enfrente de esta obra se muestra el portafolio que usó el artista y en donde transportaba papel, lápices y pinceles.

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En 1869, Velasco creó Flora del valle de México, una publicación de 18 litografías de plantas de la cuenca de México, que también se muestran en la exposición. “Velasco reunió aspectos poco comunes en la botánica del siglo XIX, desde la recolección de plantas y la realización de dibujos y litografías, hasta la edición de su propia obra. Por lo tanto, en cuanto a publicaciones, fue el proyecto más ambicioso de Velasco en el ámbito de la botánica”, explica Olivares.
Un agregado llamativo es una sala interactiva donde los visitantes pueden conocer las especies que estudió Velasco y su ubicación en el Valle de México, al presionar las pantallas. Los volcanes, elemento importante en la obra del pintor, se incluyen en el interactivo.
“Le damos al público más información sobre las 18 especies de plantas que estudió en las 18 litografías, sus usos, en dónde se encuentran y sus nombres actuales. Velasco las nombró de una forma, pero hoy tienen otro nombre, eso es importante”, detalla De la Paz, y añade que 11 de esas especies fueron plantadas en la terraza del museo.

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Otro espacio que destaca es una sala donde la gente puede dibujar bocetos inspirados en obras de Velasco, los cuales son exhibidos en el área de mediación de la muestra.
La exposición presenta también un gabinete que muestra una serie de objetos personales del artista, en donde se incluyen acuarelas, libros, frascos para plantas, medallas, tarjetas de presentación firmadas, un reloj y algunos jarrones, los cuales son de alto valor, por lo que no habían sido mostrados al público.
Además de la colección personal del artista se incluyen en la curaduría grandes pinturas de Velasco, en préstamo, de museos como los nacionales de Arte y Antropología y del Palacio de Bellas Artes.

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También hay obras e instalaciones de creadores contemporáneos que han dialogado con la obra de Velasco en su práctica artística, como Wendy Cabrera Rubio, Jan Hendrix y Patricia Lagarde.
El futuro del acervo
Paulina de la Paz dice que el acervo estaba en buen estado al momento de la adquisición, y que la bisnieta del pintor, María Elena Altamirano Piolla, buscó por años un recinto que pudiera estudiar y resguardar la totalidad de la colección.
“Ella ha estudiado a profundidad este archivo, y ha hecho importantes publicaciones al respecto, en ese sentido, lo encontramos en buen estado”, asegura.

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Añade que otro de los objetivos de crear una muestra así de grande es animar a otros investigadores a sumarse a la documentación del archivo, ya que no todo está dicho.
Algunos objetos que destacan de la colección y que no se muestran en El jardín de Velasco es la correspondencia del artista, muñecas y muebles, entre otros objetos.
Apunta que se han realizado importantes trabajos de restauración, pero aún más de conservación, ya que la idea es mantener el archivo en buen estado para seguir la investigación los siguientes años.
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Además continúan los procesos de digitalización del archivo, que ya llevan un avance de 70%.
Para el siguiente año, adelanta De la Paz, se realizará un encuentro de arte y botánica, y se publicará el catálogo de la exhibición, la cual estará abierta hasta el 25 de mayo.
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