GUADALAJARA, JAL.- “México para mí fue una casa que se me abrió cuando se me cerraron las puertas de mi casa”, afirmó el cantautor Joan Manuel Serrat, quien comanda, junto el escritor Eduardo Mendoza, la presencia de Barcelona como Invitada de Honor de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara para sostener mañana miércoles un encuentro con Mil jóvenes, y recibir el Doctorado Honoris Causa de la Universidad de Guadalajara.

Serrat, en un encuentro con la prensa esta tarde, recordó que él había ya estado en México en el año 70, haciendo giras, pero realmente su relación profunda con México nació a través a través “de un exilio forzoso que me vi obligado a soportar en el año 76 y en el que cuando yo no podía volver a mi casa, aquí encontré mi casa. Y desde entonces siempre que he llamado a la puerta, siempre me han dicho, ‘Para que llamas si está abierta’”.

Joan Manuel Serrat en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara.
Foto: Gabriel Pano / EL UNIVERSAL
Joan Manuel Serrat en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara. Foto: Gabriel Pano / EL UNIVERSAL

Joan Manuel Serrat, quien habló de los poemas de Miguel Hernández, Antonio Machado y Mario Benedetti, de la juventud y la vejez, de su pasión por la movilidad, pues se negó a aceptar que él estaba retirado o jubilado, dos palabras que no le gustan, pero sí reconoció su decisión de retirarse de los escenarios hace un par de años. Con esa vitalidad y su gran amor por su ciudad, Barcelona, está de visita en México, donde, dijo, se siente muy feliz y muy honrado.

Lee también:

“He tratado de entender a este país todo lo que he podido con las dificultades que ello conlleva, pero con la hermosura que tiene también. Es un país mágico, es un país sorprendente, difícil, alburero, hasta entender todo el lenguaje de país y el comportamiento, entonces, claro, yo empecé a también a aprender que no había bañeras había tinas, que no había armarios había closets, que no había rubias que había güeras. Todo era un proceso de integración”, afirmó.

Dijo que, de esa forma ha sido su relación con México, “una relación franca, cotidiana, complicada a veces porque ya todos sabemos que no es un país fácil, es país duro, en una parte de él, pero hay que seguir trabajando en este y en todos los sentidos que se pueda, pues es un pueblo del que vale la pena estar cerca. Y es un país que tiene muchas y maravillosas sorpresas a la vuelta de cada esquina”.

Anna Guirart, comisaria literaria de la delegación de Barcelona en la FIL dijo que cuando invitó a Serrat a venir a Guadalajara, él le dijo que le importaba mucho “venir a contar que él es de Barcelona, que él quiere mucho a la ciudad y a mí me parece que no podíamos tener un embajador mejor”. Y así lo confirmó Serrat, quien dijo:

“Yo soy barcelonés, nací en Barcelona en uno de sus barrios, en un barrio cercano al mar y cercano a la montaña, un barrio obrero de una población mayoritariamente inmigrante, en todas las épocas. Era inmigrante de una parte de España que venía a Barcelona a ganarse la vida y a y a emprender un nuevo camino. En este momento mi barrio es un barrio de una población inmigrante fundamentalmente americana, latinoamericana, mucha gente también de países árabes, es decir, de gente que viene a ganarse la vida y a tratar de buscar una tierra mejor para sus hijos. El barrio ha sido mi argumentario siempre, yo no he tenido otro argumentario que el barrio. Mis canciones están llenas de barrio. Y difícilmente yo podía haber escrito un trabajo alejado de mi propia realidad”, afirmó.

También dijo que está muy feliz de recibir el Doctor Honores Causa de la Universidad de Guadalajara, “creo que ha sido una oportunidad magnífica esta de hacer coincidir esta presencia mía en la FIL con la otorgación de este galardón que recibo con toda humildad y con toda y con todo afecto. Me guardo las palabras de agradecimiento para el discurso que me tocará dar. Que no vayan a pensar que ahí hay mucho”.

También habló de Joaquín Sabina, “mi ex socio”, dijo, y señaló: “Yo las decisiones personales de mis compañeros no las he discutido nunca las personales. Ni yo lo único que quiero es que Joaquín que esté feliz y que esté bien y esté a gusto. A veces para conseguir esto hay que, como le decía, hay que sacrificar otras cosas”.

Y es que dijo que retirada es una palabra fea y jubilación también, pues nadie se jubila, o al menos él ha renunciado a cualquier tipo de jubilación “la prueba es que estoy aquí”, afirmó. Lo que sí dijo es que ha dejado de subir al escenario y de hacer conciertos sobre todo por lo que representa hacer las giras y por el rigor de enfrentarlas.

“Hace 2 años, algo más de 2 años que no me subo un escenario, exceptuando en alguna ocasión por razones, pero muy puntuales. Lo cual no quiere decir que yo me haya retirado absolutamente de nada, quizá me de este rigor y de esta contundencia que conlleva hacer giras y viajar muchos tantos kilómetros, moverse, pero a mí como soy una persona que me ha gustado bastante esto de moverse, la prueba la tiene usted que estoy aquí. Un día decidí que estaba en un buen momento para para dejarlo y la verdad tengo que confesar que no siento otra añoranza de mi decisión que la de perderme andar por el mundo, compartir con la gente, con la manera y la intensidad que lo he llevado casi 60 años.”, aseguró Joan Manuel Serrat, quien afirmó “no se puede tener todo en esta vida, algo hay que sacrificar. Tengo otras ventajas, muy cercanas, muy íntimas y también muy necesarias en las que vale la pena invertir lo que a uno le queda de estar en esta vida”.

Únete a nuestro canal ¡EL UNIVERSAL ya está en Whatsapp!, desde tu dispositivo móvil entérate de las noticias más relevantes del día, artículos de opinión, entretenimiento, tendencias y más.

melc

Google News

TEMAS RELACIONADOS

Noticias según tus intereses

[Publicidad]