La artista Mónica Mayer (Ciudad de México, 1954) se echa un clavado en lo viejo para hacer arte nuevo, que exhibe en “Hablando se entiende a la gente”, muestra que inauguró en la Universidad del Claustro de Sor Juana.
“Hace mucho entendí que nuestras batallas, desde siempre, son de narrativa, específicamente en el caso de las mujeres como feministas, por un lado tenemos que cambiar lo que nos dijeron del pasado, la historia, la versión del pasado, en la cual estábamos las mujeres completamente invisibilizadas. Tenemos que actuar en el presente y tenemos que dejar rastros hacia el futuro, porque es muy fácil que nos borren de nuevo. Entonces es importante que quede esa historia”, dice la artista sobre por qué le interesan los archivos.
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Mayer, quien trabaja técnicas como el performance y el arte gráfico, también es una apasionada del archivo, uno que ha ido preservando junto a su esposo Víctor Lerma, bajo el título “Pinto mi raya”. Es a partir de este material especializado en crítica de arte latinoamericano que Mayer crea nueve piezas que ha trabajado en los últimos tres años, con apoyo del Sistema Nacional de Creadores.
Entre estas obras se encuentra “Chismes de objetos”, una que presentó por primera vez en Galería Tianguis Neza, en la Lagunilla, que era una acción en la que Mayer compartía con los interesados las historias que hay detrás de objetos de su casa.
“Se amplió mi definición de archivo, entonces hice un trabajo también sobre objetos en la casa. Pasó nada más de ser el documento a entender todos los objetos como contenedores de memoria”, dice Mayer en entrevista.
La creadora explica que mucha de la obra que exhibe, como la serie “Soy tan pero tan vieja”, que trata de reflexiones divertidas sobre el envejecimiento, la trabajó en formatos digitales para las redes sociales, pues Mayer siempre ha sido una interesada por trabajar con tecnología ”Desde los 90 estábamos cuando llegó la fotocopiadora color, empezamos a hacer proyectos”, asegura, pero para esta muestra se exhiben en otros formatos, como papelitos que el público podrá llevar consigo, diapositivas y video.
Con respecto a la tecnología, Mayer incluso ya trabaja con Inteligencia Artificial, que ha usado en videos animados de ella hablando sobre la memoria de algunos objetos, o también la ha usado para transformar las conferencias que hizo en décadas pasadas en formato podcast.
Para Mayer es importante que el público conozca su arte más actual, pues aún domina en el imaginario colectivo el arte feminista que hizo en los años 70, como “El tendedero”. Sin embargo, aclara que no hay una separación entre su arte feminista y su arte de archivo, pues para ella están vinculados:
“Mi principal enfoque sí ha sido el arte feminista, pero aquí tampoco se pierde esa temática, saco el archivo de mujeres artistas del pasado. Hay una obra que es el performance que hice cuando me rapé porque cumplí 70 años y era un gesto de rebeldía que no pude tener cuando era adolescente. Entonces tampoco es como que haya abandonado yo la temática, si trabajo sobre mi archivo, salen cosas que tienen que ver con arte feminista también”, explica.
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“Hablando se entiende la gente” está en la Celda Contemporánea de El Claustro (Izazaga 92, Col. Centro Histórico) y el público podrá visitarla hasta febrero de 2026. La entrada es libre.
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