En el Centro SCOP no hay movimiento. El año pasado, el terreno de la Secretaría de Comunicaciones, Infraestructura y Transporte (SCIyT) estaba activo con la limpieza de escombros por la demolición del edificio diseñado en los años 50 por Carlos Lazo, Augusto Pérez Palacios y Raúl Cacho, también por los trabajos de conservación en los murales de Juan O’Gorman, José Chávez Morado, Guillermo Monroy, José Gordillo, Arturo Estrada Hernández, Jorge Best Berganzo, Luis García Robledo y Rosendo Soto, y el alto relieve de Francisco Zúñiga. Pero hoy luce abandonado: los murales retirados resguardados en bodegas, otros, aunque de pie y un poco expuestos, con protecciones que se han caído. Poco se ha sabido de lo que se anunció como el Parque del Muralismo Mexicano, cuyo diseño nunca se hizo público, hasta ahora.
Daniel Filloy, director de proyectos de Ignitia Desarrollos, que ganó la licitación para el Proyecto Ejecutivo, presenta en exclusiva a EL UNIVERSAL planos y renders del sitio.
Este es el proyecto que hasta el año pasado se planeaba ejecutar y ahora enfrenta incertidumbre, pues aunque el gobierno pagó 36 millones 675 mil 612 pesos por su diseño, podría no realizarse ante la propuesta del gobierno de la Ciudad de convertir el sitio en una Utopía. Incluso Clara Brugada, jefa de gobierno, llamó a los vecinos el mes pasado a que ayuden en el diseño.

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“La idea es hacer una intervención contemporánea en la arquitectura, pero que respete los valores”, explica Filloy, quien destaca que Ignitia se especializa en patrimonio.
De octubre a diciembre de 2023, Ignitia desarrolló una investigación y el Proyecto: “Estuvimos en diálogo constante con la Secretaría y el INBAL. Fue un tiempo muy corto para hacer el proyecto y parte del tema fue cómo integrar con la investigación que se requiere para un proyecto con estas características, pues no hay antecedentes de cómo intervenir un sitio patrimonial con 6 mil m² de murales”. Para ello se contemplaron las investigaciones del Instituto de Investigaciones Estéticas de la UNAM, así como la Carta de Burra, que más que centrarse en la conservación de edificios históricos como lo hace la Carta de Venecia —ambas son convenios internacionales sobre la conservación de patrimonio—, prioriza la conservación de “significación cultural”.
Museo, oficinas y hasta hamacas
El edificio que está junto a la Torre de Telecomunicaciones tiene el mural Conquista y Libertad, de José Chávez Morado, ahí se contempla que sean oficinas para trabajadores la SCIyT con estacionamiento subterráneo. A su lado, a la misma altura, está el edificio con el mural Cuatro siglos de comunicaciones, también de Morado, que sería el Archivo de la SCIyT.

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El corazón del proyecto es el edificio central, con el mural Canto a la patria, de Juan O’Gorman, que sería el museo de sitio y abordaría la obra del Centro SCOP, así como la integración plástica; contaría con sala de congresos, sala de exposiciones permanentes y temporales. En los edificios que dan vista a Xola y tienen los murales Sol de Tierra y Jaguar, Sol de Agua, Sol de Lluvia y Fuego y Sol de Aire se contemplan como espacios para talleres. En la parte superior habrá espacio para cafeterías. También hay canchas deportivas y se propone renovar el gimnasio, sumar una zona de hamacas y un área de mantenimiento. Al ser un parque, Filloy también propone una “integración paisajística”: que la vegetación representada en los murales estaría físicamente en el Parque del Muralismo.
El diseño contempla un espacio con accesibilidad universal. No hay rejas para que el tránsito sea libre.
Modificaciones
En el proyecto ejecutivo, los murales conservan su narrativa original. Especialistas han señalado que incluso es importante respetar la forma de las cenefas del Centro SCOP, pues unen la narración de los murales. En la propuesta de Ignitia a estos conectores sí se les hace una reinterpretación: aún conectan a los murales Los libertadores del Norte y Los libertadores del Sur, de O’Gorman, pero a dos niveles, como referencia a la altura original del edificio construido en los 50 y a su altura después de 1985, cuando perdió dos niveles.
El alto relieve de Zúñiga en el proyecto aparece en el Foro al aire libre. Filloy dice que es por su peso.

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Ante los cambios, como la demolición del edificio diseñado por Carlos Lazo, Raúl Cacho y Augusto Pérez Palacios, Filloy señala que la prioridad es proteger la integridad de las personas. “Si no se tiene la certidumbre de cómo salvaguardar la seguridad de las personas, pues uno no se puede arriesgar”.
El arquitecto señala que tampoco era garantía que el edificio se sostuviera si se hubiera hecho una gran inversión para nivelarlo: “Y si le metiéramos el dinero para rescatar cómo se hizo en La catedral, pero la Secretaría ya no tiene las mismas necesidades, ¿habría valido la pena? ¿No preferimos un parque que todo ese volumen de oficinas?”.
Mejores cimientos
Filloy explica que por temas estructurales se propone que los edificios que albergan los murales Conquista y libertad y Cuatro siglos de comunicación se construyan 12 metros adelante, hacia el norte, para no hacerlo sobre los cimientos viejos del SCOP, que permanecen pues habría sido muy costoso quitarlos.

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“Esta parte de la ciudad se hunde cada año, por ahí hay un sismógrafo de la UNAM, así que el SCOP no sólo es artístico sino una memoria del 85 y en su momento también fue una respuesta tecnológica. Lo de ahora es también una propuesta tecnológica, actual y contemporánea”. El arquitecto se refiere a que los edificios que proyectó contarían con unos cimientos que están “aislados” del edificio: “entonces si se mueve (la tierra), lo que se mueve es el cimiento y no el edificio, eso logra que la estructura sea más ligera y responda al nuevo reglamento de la ciudad, a raíz de 2017, salió una versión más estricta y en 2020 una todavía más estricta, sobre todo al ser edificios patrimoniales y públicos, que tienen una categoría de seguridad tipo A, como hospitales. Casi podemos garantizar que los cimientos originales no sirven para el nuevo reglamento. Así es como resolvimos lo estructural”.
De este tipo de cimientos “aisladores de base”, Filloy señala que son caros, pero que permiten que el material de arriba sea más accesible y se compensen así los costos.
Los edificios también cuentan con parteluces, para equilibrar los pesos, además de proteger del sol.
Sobre los costos, el arquitecto no puede dar una cifra, pues explica que todo depende del plazo que se establezca para concluir la construcción. Además señala que en este proyecto no entra el trabajo de colocar los murales sobre los nuevos edificios, pues esa labor corresponde a CAV Diseño e Ingeniería, misma constructora que realizó el retiro de los murales.
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Futuro incierto
“Nosotros acabamos de octubre a diciembre del 2023, en 2024 seguimos colaborando, sale la propuesta de Clara Brugada de hacerlo Utopía y tuvimos algunos intercambios con ellos, pero ya no fue nada formal. Acabó la relación, a inicios de la administración hubo intercambios, les hicimos presentaciones, pero no ha pasado nada”, dice Filloy sobre el futuro del proyecto.
También se consultó a la SCIyT sobre si continuará el Parque, si cederá el terreno para que la CDMX haga la Utopía y cuándo iniciaría la obra. Al cierre de esta edición no hubo respuesta.