México: de los riesgos de estanflación a un crecimiento renovado

Félix Boni
Félix Boni
Economía | 24-07-25 | 01:50 | Félix Boni | Actualizada | 24-07-25 | 01:50 |

Los datos económicos del primer trimestre confirmaron las expectativas de la debilidad de la economía mexicana. Aunque, es importante reconocer que, de acuerdo con los datos del PIB del 1T25, se esquivó una contracción económica por segundo trimestre consecutivo, el crecimiento del primer trimestre fue de solo 0.20%. No obstante, en otro reporte publicado hace unos días por el Inegi, se presentó información que indica que el consumidor mexicano está sufriendo un gran nivel de estrés financiero mientras que la inversión continúa mostrando debilidad.

De acuerdo con los datos del consumo privado en México sufrió su segunda caída consecutiva durante el primer trimestre del 2025 (1T25), mientras que la inversión privada también mostró su segunda caída consecutiva, y su tercera contracción en cuatro trimestres, al disminuir 3.55% frente al trimestre previo. A su vez, la inversión en obra pública ha caído cuatro trimestres consecutivos, lo cual era esperado debido a la finalización de las obras prioritarias de la pasada administración. La debilidad en la inversión privada contrasta con una fuerte expansión durante 2023 y sugiere un deterioro en la confianza empresarial. Parece que la idea, muy común en ese año, de que el “nearshoring” iba a promover un fuerte crecimiento en México se ha ido desmoronando. Aunque la desaceleración de la inversión privada empezó en 2024, seguramente la política comercial del presidente Trump la ha acelerado. En línea con la idea de que la confianza empresarial en México ha ido disminuyendo, el reporte del 1T25 de balanza de pagos publicado por el Banco de México apoya esta sospecha. El reporte señala que las reinversiones de las empresas en México pasaron de US$27.8mm en el 1T24 a US$16.7mm en el periodo enero-marzo de 2025, su nivel más bajo para un primer trimestre en los últimos cuatro años

Por su parte, uno de los factores que ayuda a explicar la debilidad del consumo es el menor dinamismo del mercado laboral. Entre diciembre de 2024 y mayo de 2025, el número de trabajadores registrados ante el IMSS aumentó en solo 134 mil personas, menos de la mitad del incremento observado en el mismo periodo de 2024, cuando el aumento fue de 325 mil. Esta desaceleración laboral limita el poder adquisitivo de los hogares, y junto con el efecto acumulado de la inflación, ha restringido el crecimiento del consumo. Probablemente hemos llegado al punto en que muchos consumidores ya no cuentan con un poder adquisitivo suficiente para seguir impulsando el crecimiento económico. De hecho, la resiliencia de la inflación en un entorno de debilidad económica ha sido sorprendente, llevando a la economía a estar dentro del terreno en que los economistas llaman “estanflación”. La estanflación es un entorno, en el cual la economía sufre el peor de los escenarios: bajo crecimiento y alta inflación.

En condiciones normales, un fuerte crecimiento produce un aumento en la inflación mientras que una desaceleración económica conduce a una baja en ella. A su vez, una inflación a la baja da más espacio al Banco de México para reducir su tasa de interés de referencia, con la esperanza de que ésta, al abaratar el crédito, pueda estimular la demanda y repuntar a la economía. Esta fue la lógica que permitió al Banxico reducir su tasa de referencia de 11.25% a 10.0% en 2024 y en los primeros meses de este año, reducirlo más para ubicarla en su nivel actual de 8.50%.

Sin embargo, en sus últimas cuatro lecturas, la inflación no ha cooperado con el Banco Central. En lugar de bajar, ésta ha repuntado quitando más poder adquisitivo al consumidor y debilitando el crecimiento económico. En diciembre de 2024, la inflación terminó en 4.21% y desde enero del año en curso hasta mayo, la inflación ha repuntado alcanzando un nivel de 4.42% anual en ese mes. Sobresale la evolución en los precios de los agropecuarios, especialmente frutas y verduras, así como mercancías alimenticias, lo cual impacta en el presupuesto de los hogares, debido a que se destina un mayor monto para la adquisición de insumos básicos. Especialmente notorio ha sido el aumento en la inflación de los precios de los agropecuarios la cual impacta en mayor proporción a los presupuestos de la gente con menos recursos. Los precios de la fruta, la verdura y la carne han vuelto a subir para ubicarse en 6.76% a mayo, creando una situación muy compleja el Banxico cuya responsabilidad quizás más importante es la de controlar, principalmente por medio de las tasas de interés, la inflación.

Uno de los pocos elementos positivos durante los primeros meses de un 2025 marcado por desafíos ha sido la evolución de las finanzas públicas. Ante el reto de contener el crecimiento de la deuda del Gobierno Federal, la Secretaría de Hacienda se comprometió a reducir este año el déficit financiero por debajo de 4.0% del PIB. De acuerdo con estimaciones de HR Ratings, la métrica más amplia de la deuda del sector público federal se ubicó en abril en 50.7% del PIB, una disminución respecto al 51.3% registrado al cierre de 2024. Este avance ha sido impulsado, principalmente, por una significativa reducción en el déficit, que en los primeros cuatro meses del año alcanzó los P$165 mil millones (mm). Cabe recordar que, en el mismo periodo de 2024, el déficit había sumado P$433mm. Esta mejora, sin embargo, ha sido el resultado de una fuerte contracción en el gasto público; en el 1T25, el gasto primario (excluyendo intereses de la deuda) tuvo una caída real de 8.1%, en contraste con el incremento de 22.4% real en el mismo periodo del año anterior. El análisis de HR Ratings indica que también ha sido favorable la revaluación del peso mexicano lo cual ha disminuido el valor en pesos de la deuda denominada en moneda extranjera. Por otro lado, sería importante seguir de cerca la evolución mensual en el déficit financiero. Sus mayores reducciones ocurrieron en enero y febrero, con una contracción menor en marzo y un déficit en abril, un mes donde normalmente se observa un superávit.

Aunque el desempeño económico en los primeros meses del año ha sido débil, esperamos que 2025 represente el fin de este ciclo de desaceleración. Un mayor control sobre la evolución de la deuda pública puede ayudar a restaurar la confianza de los inversionistas. También esperamos que la renegociación del tratado comercial entre México y los Estados Unidos sea positiva, esto basado en el reconocimiento de que México puede ser un proveedor seguro para su socio comercial más importante, sin los riesgos de las cadenas de suministro ancladas en el Pacífico occidental dado la complicada relación geopolítico entre los EUA y China. Sin embargo, México tendrá que mostrar que la reforma a su poder judicial y los altos índices de criminalidad no representen amenazas al Estado de Derecho que muchos temen. Creadas estas condiciones, México podría entrar en un nuevo ciclo económico de crecimiento sostenido.

Director general de Análisis Económico en HR Ratings

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