
Aplicar medidas de represalia contra los aranceles de Estados Unidos, como se hizo en el pasado, no funcionará en el contexto actual, opinó quien fue subsecretaria de Comercio Exterior de 2006 a 2011, Beatriz Leycegui Gardoqui.
Reconoció que estas tarifas son un evidente incumplimiento que tienen “herido” el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), que esta semana cumple cinco años de su entrada en vigor.
En entrevista con EL UNIVERSAL, recordó que como subsecretaria impuso represalias comerciales contra productos estadounidenses para presionar el cumplimiento de la apertura de la frontera norte al autotransporte mexicano de carga, como se acordó en el otrora Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN, antecesor del T-MEC).
Sin embargo, hizo ver que el entorno cambió y que son tan altos los aranceles actuales que es difícil contestar en la misma magnitud.
“Aplicar medidas de represalia inmediatamente contra los aranceles ya no funciona en el contexto actual, porque se dan una serie de condiciones que no son efectivas. Eso explica por qué la comunidad internacional no reacciona como en el pasado, porque el poder económico de Estados Unidos sobre la mayoría de los países es arrollador”, explicó.
Para compensar el daño de un arancel se necesitaría una represalia de miles de millones de dólares. Si se piensa en un arancel de 50% a cierto producto, “la violación y el tamaño de la represalia es tan grande”, que no se podría contrarrestar, recalcó la exfuncionaria.
“En general estamos viendo una crisis severa y un cambio en el orden del comercio internacional frente a lo que conocíamos desde finales de la Segunda Guerra Mundial. En esos años, Estados Unidos fue el principal promotor para migrar de un sistema sin reglas claras y donde era el poder el que se imponía en las relaciones comerciales, a un sistema basado en reglas y el derecho”, expuso la hoy socia de SAI Consultores.
Por eso, comentó, se formó la Organización Mundial del Comercio y surgieron acuerdos comerciales que dieron mucha certeza, porque los tratados tenían obligaciones, es decir, en caso de una controversia e incumplimiento del acuerdo se podrían suspender los derechos comerciales de un país.
Actualmente hay una violación clara al T-MEC que provoca que el acuerdo esté “herido, pero no de muerte”, porque el presidente estadounidense, Donald Trump, determinó que, por cuestiones de seguridad y ante los problemas del fentanilo y de migración, solamente se aplicaría un arancel de 25% a los productos que entren sin cumplir las reglas del tratado, pero exenta a los que sí se apeguen al mismo.
Desde su punto de vista, todo permite suponer que Trump negociará unilateralmente con México sin acudir al Congreso estadounidense, pero “a México le conviene hacerlo dentro de los cauces de mayor formalidad y legalidad, en lugar de dar concesiones parciales, le conviene entrar en un contexto de negociaciones formales”.
“Hay que tratar de preservar las reglas que están ahí, lo más que se pueda... porque hay cosas que no se requieren renegociar, sino buena voluntad para solucionarlas y hay temas que no estamos en el mejor momento para ponerlas sobre la mesa”.
En opinión de Leycegui, “lo ideal es que se logre un acuerdo que quite los aranceles, que tenga un régimen de excepción para que México esté mejor que los demás países y que no se toque el acuerdo para disminuir los beneficios que ya tenemos”.
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