Por Christian Andreani
La inteligencia artificial (IA) avanza a pasos agigantados y, hoy en día, es indiscutible que forma parte de la agenda estratégica de las organizaciones, principalmente por su capacidad para optimizar procesos y mejorar la eficiencia.
No obstante, este progreso plantea una inquietante pregunta: ¿están las organizaciones realmente preparadas para enfrentar los desafíos que implica su adopción en términos de seguridad y ética? Sin un enfoque sólido que contemple la ciberseguridad y la privacidad de datos, los riesgos podrían superar con creces los beneficios de la IA.
En este contexto, el estudio de KPMG, Trust, attitudes and use of artificial intelligence, realizado en colaboración con la Universidad de Melbourne, reúne la visión de más de 48,000 personas en 47 países, y destaca cuatro consideraciones clave para abordar la ciberseguridad en la era de la IA:
1.Mejorar la confianza
A pesar de la creciente adopción de la IA, la mayoría de las personas encuestadas expresan una confianza limitada en cuanto a seguridad y aprovechamiento ético. Esta brecha entre uso y confianza resulta preocupante, ya que las vulnerabilidades en los sistemas pueden ser fácilmente explotadas por actores malintencionados, afectando tanto a individuos como a compañías.
2. Establecer normas y políticas claras
El uso indiscriminado de la IA en entornos laborales ha dado lugar a prácticas riesgosas e inapropiadas. En muchas empresas, el talento utiliza herramientas de IA en formas que contravienen las políticas internas, si es que estas existen. La ausencia de lineamientos, o de lineamientos claros en el caso de contar con ellos, representa una puerta abierta a posibles brechas de seguridad.
3. Proteger los datos personales
El acceso a grandes volúmenes de datos personales por parte de sistemas de IA plantea riesgos significativos en materia de privacidad. La recopilación y el análisis intensivo pueden exponer información sensible, susceptible de ser utilizada con fines ilícitos. Por ello, la protección de datos debe ser una prioridad para mitigar el impacto de posibles violaciones.
4. Implementar medidas de seguridad efectivas
La adopción de IA sin medidas de seguridad adecuadas es una práctica común y preocupante. Buscando obtener ventajas competitivas, muchas empresas omiten precauciones esenciales. Al respecto, el citado estudio revela que más de 61% de las personas no han recibido entrenamiento relacionado con el uso de la IA, y la mitad admite tener conocimientos limitados en la materia.
En conclusión, la seguridad en la era de la IA no puede considerarse un complemento opcional, sino el eje central de cualquier estrategia de adopción tecnológica. El reto consiste en construir un marco ético y seguro que no solo proteja nuestras identidades y datos, sino que también fomente la innovación y el progreso de las compañías.
* Socio de Asesoría en Tecnología y Transformación de KPMG México
** Como coautor en la elaboración de este artículo participó Adrián Flores, director de Asesoría en Tecnología y Transformación de KPMG México
*** Las ideas y opiniones expresadas en este escrito son de los autores y no necesariamente representan las ideas y opiniones de KPMG en México
[Publicidad]
[Publicidad]
