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Bajo el sonido de un caracol y en la parte baja de la Gran Pirámide de Cholula, dedicada a Tláloc, chamanes reciben los rayos del sol y transfieren la energía a decenas de personas que buscan un equilibrio en el Equinoccio de Primavera.
"Esto no es brujería, es cargar energía y buena vibra", afirma el chamán mayor Antonio "Quetzalcoatl", originario del Istmo de Tehuantepec, en el sur de México, pero residente de San Pedro Cholula desde hace más de siete años.
Aquí, a siete kilómetros de la ciudad de Puebla, se encuentra la Pirámide de Cholula, la cual -según el Instituto Nacional de antropología e Historia- es la mayor superficie en Mesoamérica (450 metros por lado).
Su construcción aprovechó una elevación natural para ir sobreponiendo construcciones en diferentes etapas a lo largo del tiempo y en cuya parte más alta los españoles construyeron una iglesia en honor de Nuestra Señora de los Remedios.
Aprovechando la energía que concentra la Gran Pirámide, los rituales prehispánicos se reconstruyen para atender a cientos de visitantes que buscan llenarse de energía.
"Es lo que nos dejaron nuestros abuelos, tatarabuelos, los cholultecas, zapotecas, olmecas, mayas, aztecas, todos nuestros antecesores", explica el chamán envuelto en sonidos que emergen de un caracol y de instrumentos de donde surge el rugido de un jaguar.
El nombre de Cholula se deriva de la palabra prehispánica Chollolan, que significa “lugar de huida”, aunque también se ha llegado a interpretar como “Agua que cae en el lugar de huida”, lo cual hace referencia al arribo de grupos Toltecas en la región.
De acuerdo con el INAH es una ciudad con una larga historia cultural que se remonta por lo menos al Preclásico Tardío, pero es hasta el Clásico que la ciudad toma importancia al formar parte de la red comercial de Teotihuacán hacia el sureste, región de dónde provenía la cerámica anaranjado delgado, de gran importancia comercial en esa época.
"Los sonidos son para armonizar la energía, para estar bien con uno mismo" agrega Antonio "Quetzalcoatl", que durante el Equinoccio de Primavera llega a atender hasta cien personas.
La carga de energía lo hace acompañado por diez integrantes de su familia, aunque no son los únicos que se han dado cita en la zona arqueológica para dar la bienvenida del equinoccio y el encuentro del ser humano con el cosmos.
La Zona Arqueológica de Cholula cuenta con tres áreas habilitadas para su visita pública, en primer lugar el Museo de Sitio de la Zona Arqueológica de Cholula con sus tres salas de exposición permanente; en segundo lugar el recorrido dentro del túnel en el interior de la Gran Pirámide que consta de aproximadamente 280 metros de recorrido en un mismo plano, iluminado artificialmente y sin riegos de que el visitante pueda extraviarse, y finalmente la denominada área abierta de la Zona Arqueológica de Cholula constituida por los patios ceremoniales del sur y del poniente de la Gran Pirámide de Cholula.
cfe